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MÉXICO, DF, 9 de octubre de 2014.- Las desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales infligidas a normalistas de Ayotzinapa no deben ser vistas como asunto del crimen organizado, pues la responsabilidad es del Estado mexicano, señalaron familiares y compañeros de las víctimas, así lo informó La Jornada.
Acompañados de representantes de Amnistía Internacional (AI) y el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan –quienes calificaron de pantomima la supuesta búsqueda de los jóvenes desaparecidos por parte del gobierno–, afirmaron que no creen la versión de que los cuerpos encontrados en las fosas clandestinas de Iguala sean de sus seres queridos.
“Los medios han emprendido una campaña para tratar de desviar la atención del caso. Pretenden hacer creer que quienes desaparecieron a nuestros compañeros son de la delincuencia organizada, pero ese no es el tema. Sabemos que fueron policías municipales. Fue el Estado y a él se lo atribuimos”, subrayó en conferencia de prensa Omar García, representante del comité estudiantil de Ayotzinapa.
El activista señaló que el gobierno de Ángel Aguirre Rivero ya ha cometido antes otras agresiones contra estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos. Prueba de lo cual son los asesinatos en 2011 de Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, cuando participaban en un bloqueo en la Autopista del Sol.
Por tal razón, indicó, entre los estudiantes hay “desconfianza absoluta en el Estado mexicano y sus instituciones”. Enfatizó que no están “para los jueguitos de los partidos políticos, para sus pantomimas de búsqueda”.
De igual forma, el representante de los normalistas desmintió que el pasado 26 de septiembre hayan ido a interrumpir un acto público de la esposa del alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, y narró que luego de ser agredidos a balazos por la policía municipal, efectivos castrenses los sometieron, en vez de brindarles ayuda.
“El Ejército llegó en minutos, nos quitó los celulares y los soldados nos dijeron: ‘¿se querían poner con hombrecitos? Entonces, amárrense los pantalones, ustedes se lo buscaron’. Les pedimos que nos ayudaran a atender a nuestro compañero Édgar Andrés Vargas, que había recibido un balazo en la cara, pero nos dijeron que nos calláramos y no le hablaron a una ambulancia”, lamentó.
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