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Abelina López, de vendedora de pan a presidenta municipal de Acapulco
MÉXICO, DF, 21 de julio de 2015.- Pobladores de la comunidad de Santa María Ostula, Michoacán, rechazaron la versión oficial de que los elementos militares tiraron al aire en un intento por dispersar a la población. “Tiraron para que la gente se quitara; dispararon contra los civiles”, reportó La Jornada.
Afirmaron que la detención de Semeí Verdía Zepeda, coordinador de las autodefensas y policías comunitarias, acusado por el delito de portación de armas de uso exclusivo del Ejército se trató de una “traición”, pues el líder comunitario acudió bajo engaño al sitio donde se le capturó y hay acuerdos suscritos con las autoridades policiacas del estado que no se han cumplido.
Además, argumentaron que las armas en su posesión, y que son el “pretexto” para su detención, le fueron proporcionadas por las autoridades estatales e incluso percibía un salario por el cumplimiento de ese trabajo al frente de las autodefensas.
En conferencia de prensa, en que relataron los hechos ocurridos el pasado domingo en el que el niño de 12 años Idilberto Reyes García falleció por el impacto de una bala en la cabeza, Agustín Vera Ramírez, vocero de la comunidad, y Ezequiel Celestino Grajeda, de la Comisión de Vigilancia, señalaron que todo parece indicar que hay una “cooperación” entre los elementos del Ejército y la Policía Federal con jefes del grupo criminal los Caballeros Templarios en el municipio de Aquila, al que pertenece dicha comunidad.
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