
Asistirá alcalde Enrique Galindo a reunión con el Rey Felipe VI en Madrid
CUERNAVACA, Mor, 15 de diciembre del 2014.- Australia jamás pensó que Manteghi Bourjerdi, un refugiado iraní que fue acogido en 1996 tras su petición de asilo político, se convertiría en el terrorista que ha sembrado el terror en Sydney reteniendo a un total de 21 personas como rehenes en el interior del Lindt Café del área financiera de Martin Place (una de las cuales ha fallecido), informa el periódico EL MUNDO.
Y es que así se llamaba el clérigo radical islámico de 50 años que hoy el mundo conoce bajo el nombre de Man Haron Monis, aunque gustaba usar el título de Sheikh Haron (Jeque Haron), que le abalaba en su trabajo como médium y activista político.
Antes de convertirse en terrorista, el iraní era ya conocido por la sociedad australiana. Clamaba ser experto en numerología, astrología y magia negra y se ganaba la vida pasando consulta en Wentworthville, en Nueva Gales del Sur. Sus tareas metafísicas atrajeron a su centro a gran número de mujeres que acudían en busca de “consuelo espiritual” tras verlo anunciado en periódicos regionales.
Los anuncios de sus dotes llegaron incluso a aparecer, entre 2000 y 2002, en periódicos españoles, como revelaron las investigaciones llevadas a cabo por el inspector Michael Haddow. El 14 de marzo de este año fue arrestado en Bexley North, la zona sur de Sydney donde residía, por abusar sexualmente de una de ellas en agosto de 2002, según recogió ‘ABC News’, a pesar de que le había ordenado a ésta que “no contara nada de lo ocurrido”.
El autoproclamado ‘jeque’ fue procesado en noviembre de 2013 por participar como cómplice en la muerte de su ex mujer y madre de sus dos hijos, Noleen Hayson Pal, a manos de su novia de esa época, Amirah Droudis, tras recibir 18 puñaladas en un apartamento de Werrington. En el momento de su asesinato, la víctima y el clérigo se encontraban inmersos en una batalla legal por la custodia de sus hijos, según relata ‘The Australian’.
Antes, el autoproclamado líder religioso, había captado la atención de los medios por participar en varias protestas contra las operaciones militares del ejército australiano. Además, en su cruzada contra la intervención australiana en Afganistán, entre 2007 y 2009 envió un DVD y cartas ofensivas a familiares de tres militares fallecidos (Private Luke Worsley y Lance Corporal Jason Marks, caídos en el país árabe; y el oficial Craig Senger, muerto en Yakarta). Por ello fue condenado, junto a su ya mencionada pareja sentimental, a 300 horas de trabajo comunitario.