
Aplaude Jazmín Solano idea de cumbre mundial del bienestar
CUERNAVACA, Mor., 14 de septiembre de 2015.- Ernestina es una mamá joven, cuidadosa en su alimentación, consciente y responsable, asistió en forma periódica al control prenatal en el Centro de Salud de Tepetlapa y siguió al pie de la letra las indicaciones médicas.
La tarde del 27 de agostoalgo no andaba bien, no sentía nada en el vientre, los bebés no se movían además presentaba dolor de cabeza y zumbido de oídos. Asustada fue a urgencias del Hospital de la Mujer en Yautepec, donde los médicos realizaron un ultrasonido doppler y confirmaron que uno de los gemelitos estaba sufriendo, además de que presentaba restricción del crecimiento intrauterino.
Los doctores de inmediato activaron el “código mater” e ingresaron a la paciente para una cesárea y con ello salvaguardar la salud e integridad de Ernestina y de los varoncitos. El nacimiento fue un éxito, los niños estaban muy bien, nacieron sin problemas a pesar de lo prematuro; su peso, 1,750 y 2,050 gramos y signos vitales estables.
Pero la mamá presentaba atonía uterina, el útero no se contrajo como usualmente se espera por lo que fue necesario dar medicamento e iniciar una serie de medidas conservadoras para ayudar a que la función se realizara correctamente y el útero regresara a su tamaño original.
El medicamento no respondió en Ernestina como se esperaba, fue necesaria una segunda intervención que consistió en ligadura de arterias hipogástricas, desarterización de arterias uterinas y suturas compresivas en útero con esto se logró detener el sangrado y se evitó retirar el útero.
En entrevista con el doctor Lorenzo Alcantar García, Director del Hospital de la Mujer comentó: “La paciente tuvo una recuperación complicada, debido a la preeclampsia severa (hipertensión) y a la hemorragia obstétrica, fue necesario el ingreso a la unidad de cuidados intensivos en la que permaneció por ocho días.
“Cuando se logró estabilizar y evolucionar, fue llevada a piso de ginecología, donde nuevamente se le hicieron laboratorios para estar seguros de poderla enviar sana y salva a casa junto a los recién nacidos“.
Gracias a la continua capacitación y actualización que recibe el personal médico y de enfermería, Ernestina goza de buena salud en compañía de sus dos pequeños. Por ello este caso se considera de éxito. Una historia de amor y fe de las tantas que se pueden contar de los Hospitales de Servicios de Salud Morelos.