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Lamenta Gobierno de Morelos fallecimiento del artista Rafael Cauduro
La corona de flores de fulmina, escapulario adornado con listones de colores, rosario de galletas de animalitos, otro de cempasúchil, elementos del Ritual del Escapulario.
CUERNAVACA, Mor., 29 de mayo de 2015.- Al Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO) le tocó el privilegio de mostrar algunos de los elementos característicos del Ritual del Escapulario: corona de flores de fulmina, escapulario adornado con listones de colores, rosario de galletas de animalitos, rosario de flores de cempasúchil.
Retumba el cielo. Cae la lluvia. La banda hace bailar a la gente, la pone a reír, a gozar. Se trata de la Fiesta del Escapulario o Santo, festividad que es muy común una vez que inicia la temporada de lluvias en algunos lugares de Morelos.
Se bebe alcohol, hay huentle o el banquete destinado para la ofrenda: mole, tamales, tortillas, cigarros, chocolate, y dulces para los más pequeños. La ofrenda es doble; una para San Antonio y otra para Santo Domingo. Sonarán sones y canciones populares como: El Cangrejito Playero, La danza de los Chinelos y la Xochipitzahuatl.
El enfermo (casi siempre niños, aunque hoy en día pueden ser personas de cualquier edad), está acompañado por su familia y por la comunidad. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, niños y niñas, todos se dan cita en la casa del enfermo a través de un recorrido por el pueblo de Coatetelco poblado de Miacatlán, al sur-poniente del estado de Morelos.
Así pues, el festejo del Escapulario es un ritual terapéutico que aún prevalece en la comunidad de Coatetelco, y que ésta reconoce como propio, un espacio de intercambio de saberes, donde se afianzan las relaciones entre los habitantes de este lugar. Se valoran las creencias que funden ambas visiones (la católica y la indígena), y se transmiten.
Los asistentes deben de ir con buena disposición, de buen humor, deben de estar alegres y tener fe, nadie debe de estar enemistado y todos tienen que creer en que el enfermo sanará. Sólo de esta manera; es decir, con la fiesta, el baile, la comida, las risas y por supuesto el ritual, se espera que los santos “suelten” al que padece: “Mal del Escapulario, Aire de San Antonio o Santo Domingo, o simplemente Santo, Mixcotón o Michi”, y así logre recuperar la salud.