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Exitosa celebración del Buen Fin en Xochitepec
CIUDAD DE MÉXICO., 14 de julio de 2014.- La reforma energética no disminuirá los precios de las gasolinas ni por decreto ni por populismo, aseguró el subsecretario de Ingresos en Hacienda, Miguel Messmacher.
En entrevista con EL UNIVERSAL, afirmó que las menores cotizaciones que se pudieran generar sólo se darán a través una más alta disponibilidad de energéticos, además de una mayor eficiencia y competencia en el sector.
Para concretar estas expectativas comentó que será de gran importancia la aprobación de las leyes secundarias en materia energética y que aún están por discutirse en el Congreso de la Unión.
El funcionario de Hacienda explicó que lo que la reforma energética busca promover es moverse hacia un modelo de precio único de gasolinas que incentivará una competencia entre los participantes del mercado y que beneficiará a los consumidores finales.
Aunque la diferencia entre los precios de la gasolina mexicana con respecto al promedio del combustible de Estados Unidos se ha reducido notablemente, el gobierno no tiene contemplado suspender la política de aumento mensual que aplica cada mes.
De acuerdo con el subsecretario, el subsidio a las gasolinas sigue representando un gasto para las finanzas públicas.
Sin embargo, Messmacher admitió que la diferencia de precios de la gasolina Magna ya sólo es de 15 centavos, es decir, el combustible estadounidense es sólo 1% más caro que el mexicano.
Descartó que la revolución energética en Estados Unidos disminuya el potencial estimado de la reforma mexicana y aseguró que hay inversionistas que tienen interés de participar en el sector nacional.
¿Por qué la reforma energética no tiene alcances para que baje el precio de la gasolina en México?
Lo que se busca con la reforma energética no son disminuciones de precios por decreto ni populistas, sino con base en una más alta disponibilidad de energéticos, una mayor eficiencia y más competencia en el sector. En ese sentido, no estimábamos que fuera correcto establecer un patrón predeterminado para los posibles efectos que pudiera tener la reforma desde el punto de vista de mayor competencia en el sector.
Lo que sí estamos promoviendo en la reforma es movernos a un modelo de precio único de las gasolinas. Hoy quien fija el precio es el gobierno y es una cotización única en todo el país. Lo que hacemos entonces es ir hacia un modelo de precio máximo donde se podrá observar una mayor competencia que nos pueda llevar a una cotización más baja.
En la medida en que tengamos mayor eficiencia y mayor competencia en todas las etapas de la cadena de combustibles eso irá llevando a observar precios más bajos que el precio máximo que establezca el gobierno federal.
¿Y eso se dará en un plazo inmediato?
Esto es algo que se irá acentuando en el tiempo y conforme se vaya reforzando la competencia y se vayan sintiendo los efectos de la apertura del sector entonces podemos ir viendo en ciudades o comunidades un efecto relativamente rápido.
¿Con esta revolución energética que vive Estados Unidos no hay la preocupación de que pueda limitar el potencial esperado para la reforma mexicana?
Nuestra percepción es que no debería tener un impacto. No sólo es un tema de México contra Estados Unidos. De hecho, lo que se observa en muchos lugares del resto del mundo es que los distintos hombres de negocios en el sector están teniendo mayores problemas para encontrar oportunidades de inversión que están vinculados a yacimientos que se han venido deteriorando a lo largo del tiempo, o vinculado a problemas geopolíticos que se han observado en regiones productoras.
En ese sentido, lo que se ha observado por expresiones públicas de distintos potenciales inversionistas en el sector es que hay un interés genuino por llevar a cabo mayores inversiones en México dadas las ventajas de ubicación y dados los conflictos que se han observado en algunas otras regiones del mundo.
Así que las perspectivas para la participación y la inversión en el sector energético son bastante favorables, aunque todo está sujeto a la aprobación que se termine haciendo respecto a las leyes secundarias en la materia.
Volvió a fallarles el cálculo del subsidio a la gasolina. Estimaban originalmente un gasto cercano a 4 mil millones de pesos y ahora será casi ocho veces mayor, ¿Qué sucedió?
Siempre se presupuesta y se presentan las estimaciones con base en la fórmula del precio del petróleo. Lo que sucedió es que se armó la previsión con un precio de 86 dólares por barril y lo que hemos observado es que ha sido más elevado, alrededor de 94 dólares, esto implica que aumentan los ingresos por cada barril de petróleo que se exporta, pero por otro lado cuesta más su importación. Esto ha hecho que el IEPS negativo por este combustible sea más elevado de lo previsto, sin que esto genere necesariamente un desequilibrio. De hecho, hoy el IEPS negativo es menor al que vimos el año pasado.
Se ha cerrado la brecha entre el precio de la gasolina mexicana y la estadounidense, ¿es necesario seguir con la política de aumento mensual?
Se tiene previsto mantener este desliz para asegurar que se cierre ese IEPS negativo de la gasolina. Lo que hoy observamos es que los precios todavía no han sido suficientes para cerrar el IEPS negativo de la gasolina.
¿De cuánto es la diferencia de precios entre la gasolina mexicana y la de EU?
Para la gasolina Magna estamos observando una diferencia de 1%, es decir, 15 centavos.
¿Significa que si en México se incrementa en nueve centavos cada mes la gasolina en dos meses ya se habrá cerrado ese diferencial?
Es correcto, pero hay factores estacionales que conforme va avanzando el verano pudiéramos observar, tanto de la gasolina de Estados Unidos o algunos efectos internacionales por choques como por ejemplo el conflicto en Irak, que si bien ha llevado a un incremento en el precio internacional del crudo, eso no ha pasado por toda la cadena de producción.
Con información de EL UNIVERSAL.