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Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
TLALNEPANTLA, Mor., 19 de mayo de 2014.- Maribel Rosales Barrera, regidora del Ayuntamiento de Tlalnepantla, declaró que la detección de irregularidades en el manejo de los recursos municipales ya se habían dado a conocer de manera oficial, donde la funcionaria exigía documentos que comprobaran el ejercicio de los fondos que “no concordaban”, así como cinco cheques que se emitieron sin respaldo ni póliza en el pasado mes de marzo y que se enviaría en oficio al banco correspondiente para aclarar el destino de los mismos por un monto total de 780 mil pesos aproximadamente.
Dos de los cheques oscilaban entre 400 y 300 mil pesos que, de manera personal, la regidora exigió en su momento aclarar el origen y el destino; incluso en la última sesión de cabildo, donde se aprobó la cuenta pública trimestral, se tocó el tema sin resultados favorables para la regidora, quien asegura que la titular de Tesorería municipal, Jenni Sánchez Ramos “era una persona de principios, recta e intachable”.
Por su parte, el presidente municipal Fausto Rubio Pillado, durante las diligencias del Ministerio Público que se llevaron a cabo este lunes, fue abordado por los medios de comunicación y cuestionado respecto a dichos cheques, comentó que “tal vez la regidora no se acordaba, pero ese dinero era un apoyo para el carnaval, está justificado”.
En un tono relajado, Rubio Pillado señaló que la situación en Tlalnepantla “estaba tranquila” y descartando toda responsabilidad sobre los hechos reafirmó que se trató de un asalto donde “desafortunadamente perdió la vida la tesorera”. También aseguró ignorar las denuncias de extorsión que existían contra Jenni Sánchez.
“Siempre he andado solo, no tengo miedo de nada, mi conciencia está limpia”, respondió el alcalde.
También trascendió, por parte del síndico municipal, que los oficiales a cargo de la vigilancia el día de los hechos contaban con armas pero sin balas, pues el armero, un oficial encargado de equipar las armas, no lo hizo ese día. Como responsabilidad dijo que solo cubrió un arresto administrativo y ya se encuentra laborando nuevamente, así como los otros dos oficiales retenidos en su momento.
Fredy Sánchez Ramos, hermano de la víctima, aseguró que el asalto fue un pretexto para liquidar a su hermana, pues le parece imposible que ella se haya resistido al asalto cuando todo el personal presente, no lo hizo. Reprochó la falta de atención a la denuncia que previamente se hizo ante la Fiscalía y al Gobierno del estado acusando de omisión a las autoridades y no brindar la protección pertinente a su hermana.