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CUERNAVACA, Mor., 20 de agosto de 2014.- Hasta dos y tres filtros de seguridad deben sortear los ciudadanos que intentan ingresar al Congreso del Estado de Morelos ubicado al centro de la ciudad de Cuernavaca, debido a la acción permanente de guardias vestidos de civil.
Al igual que el Palacio de Gobierno donde la seguridad incluye todas las puertas de hierro forjado totalmente cerradas, detector de armas, revisión de bolsas y mochilas y varios “alfiles” apostados en diversos puntos, en el Congreso de Morelos todas las rejas están cerradas con candado. Para entrar a la explanada pública se requiere decir a dónde va, de dónde viene, que trae en su mochila y a quien viene.
Según elementos cuestionados al respecto, fue una orden del aún Presidente de la Mesa Directiva, Juan Ángel Flores, el reforzamiento de la seguridad, sin embargo, destacaron que éste es exagerado y en ocasiones lastima a las personas.
Quadratín Morelos se dio a la tarea de observar el comportamiento de los elementos de seguridad del Congreso, a quienes no les importa la condición social, política o integral del ciudadano que pretende pasar, no les importa si las personas tienen cita o son ancianos que acuden con los Diputados a solicitar apoyos médicos.
Sino se responden las preguntas y no se accede a una revisión y al pase en medio de un marco detector y luego a un detector de metales portátil no se le permite ingresar.
Este reforzamiento innecesario de la seguridad ha tenido, en los últimos meses, dos episodios desafortunados, donde han salido afectados trabajadores de los medios de comunicación, pero también manifestantes, ya que los guardias han cerrado las puertas sin importar quien pudiera salir lesionado en protesta fuera de control.