
Congruencia y coherencia política
Graco, “el primer perredista” de Morelos
Bien dicen que el Partido Acción Nacional resultó igualito que el PRI, pero que el Partido de la Revolución Democrática está superando a los dos anteriores en cuanto a mañas y corrupción. En Morelos ha quedado demostrado que con Graco Ramírez Garrido Abreu hemos vuelto a aquellos tiempos en que el gobernador en turno era al mismo tiempo el jefe máximo del partido, es ese tiempo obviamente el Partido Revolucionario Institucional.
Todavía tenemos en la mente la voz de los presentadores de aquellos tiempos arengando a la gente para recibir a “el primer priista del estado”, que podía ser Lauro Ortega, Antonio Rivapalacio o Jorge Carrillo Olea, sólo por mencionar algunos, lo que propiciaba una andanada de aplausos, matracas y todo cuanto se les ocurría a los priistas.
Y si decimos que actualmente Graco Ramírez Garrido Abreu sea “el primer perredista del estado” no significa de ninguna manera que así lo reciban. De hecho, en honor a la verdad, desde que fue presidente del partido y después como senador, no había evento en que no lo abuchearan al menos una parte del público, y últimamente cuando acude a los partidos de futbol en Zacatepec, ya le tienen su saludo, y es aquel coro que originalmente era dedicado a los porteros cuando iban a hacer el despeje del balón. La raza es canija pues.
En realidad, a lo que nos referimos es a que Graco ha asumido el papel centralista, dictatorial, en el que “palomea” la lista de candidatos a cargos de elección popular por ese partido. Ha intentado imponer a sus familiares, amigos y socios comerciales, aunque hasta ahora la suerte no ha estado del todo con él.
Fue un secreto a voces que intentó, a como diera lugar, que su hijastro Rodrigo Gayosso fuera incluido en las listas de candidatos a diputaciones federales por la vía plurinominal, y cuando no lo logró buscó la diputación local, también plurinominal. Hoy la versión es que Rodrigo “nunca pretendió ser plurinominal”, es la única salida que le queda para no quedar como un fracasado.
Su círculo más cercano ya tiene amarradas sendas candidaturas: su ex secretario particular Juan Ángel Flores Bustamante, quien le ayudó en el Congreso Local para convencer a los demás diputados de aprobar un endeudamiento millonario, es ya candidato a la alcaldía de Jojutla; la que colaboró también en el Cabildeo, Lucía Meza Guzmán, buscará la diputación federal. Otra de sus consentidas, Hortencia Figueroa, finalmente sí quedó como candidata para ser otra vez diputada local.
Su socio en diversos negocios, Julio Mitre Zendejas, renunció al cargo de secretario de Economía porque le prometieron la candidatura a diputado federal, pero por razones que sólo ellos conocen, a final de cuentas le retiró el apoyo y la designación recayó en la abogada Teresa Domínguez Rivera, quedándose así el millonario empresario sin ninguna de las dos tortas.
Su otro socio, el secretario de Información y Comunicación Social, Jorge López Flores, pretendía la alcaldía de Yautepec, y para sus colaboradores Pablo Rubén Villalobos y Armando Basaldúa, la diputación por el Distrito I y la alcaldía de Cuautla, respectivamente, pero los auténticos perredistas no lo permitieron. Hoy López Flores implora por una diputación plurinominal que le garantice el fuero constitucional tras sus pésimos manejos financieros en la dependencia ya mencionada.
Un caso patético fue el del diputado local David Martínez Martínez, quien fue secuestrado a finales del año pasado y rescatado en menos de 20 horas. El gobierno utilizó su desgracia para darle un tinte político, argumentando que se trataba de una represalia contra la administración de Graco Ramírez. La foto de Graco Ramírez abrazando efusivamente a David Martínez ocupó toda la plana del Diario de Morelos.
Pero lejos de ayudarlo lo perjudicó. La gente, quizás influenciada por la película “La Dictadura Perfecta”, nunca les creyó que el secuestro hubiera sido real, no obstante que hubo detenidos que confesaron su fechoría. Los perredistas prefirieron a Gisela Mota para que busque ser alcaldesa de su natal Temixco.
En varios discursos, el gobernador de Morelos ha admitido que el 7 de junio se elegirán diputados y alcaldes, pero también será una especie de consulta sobre la calificación al actual gobierno. En eso sí coincidimos: un voto para el PRD es un voto para Graco.
Obviamente, en el resultado de las elecciones del próximo mes de junio también influyen las otras opciones que presenten los demás partidos políticos, pero eso amerita un análisis más a fondo.
Hasta la próxima.