
El predial, talón de Aquiles municipal
Graco, una historia de traiciones
Graco Ramírez Garrido Abreu tenía 26 años cuando pisó por primera vez el Congreso Federal en calidad de diputado, en el periodo 1979-1982. Regresó para el periodo 1985-1988 y posteriormente en el lapso 1994-1997, siempre por la vía plurinominal. Después sería senador de la República y de ahí a la Gubernatura de Morelos. Todo un profesional del parlamentarismo.
Me he dado a la tarea de recabar las participaciones del político tabasqueño en la más alta tribuna del país y he quedado sorprendido por las piezas oratorias llenas de reclamo y denuncia principalmente en contra del gobierno de la República y el Partido Revolucionario Institucional que pronunció el entonces aguerrido legislador.
El presidencialismo dictatorial, la venta de los recursos naturales al extranjero, la violación a los derechos humanos y la corrupción en todas las esferas de gobierno, fueron algunos de los temas preferidos por Graco tanto en sus discursos en las Cámaras como en sus artículos publicados en los periódicos más importantes del país a lo largo de su trayectoria política.
En su campaña política del 2012 se montó en el discurso de Andrés Manuel López Obrador y no tuvo empacho en tomarse cuantas fotografías fueran necesarias para aparentar una supuesta comunidad de ideologías. Pero en cuanto supo que AMLO había perdido en las votaciones presidenciales se convirtió en el “fan número uno” de Enrique Peña Nieto.
Estupefactos, morelenses y no morelenses leímos lo publicado por la agencia Proceso en agosto del 2013:
“Graco Ramírez Garido Abreú, Gobernador del estado de Morelos, aseguró que el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al frente del país ha representado un avance para México.
“Para muchos el regreso del PRI representaba ir para atrás, ¿pero que ha representado?, que ha caminado con todos, y cuando hay desacuerdos privilegia el acuerdo”, dijo el mandatario que llegó a la gubernatura de la entidad abanderado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Graco dijo que “México necesita de acuerdos como los que construye el Presidente Enrique Peña Nieto” (nota completa en el link http://www.proceso.com.mx/?p=349586).
Más tarde, una foto publicada en el periódico Reforma retrata fielmente la nueva relación del otrora crítico del gobierno federal y el joven mandatario. Enrique Peña Nieto va entrando a un salón donde están los gobernadores de varios estados que lo reciben con aplausos, pero la actitud de Graco no podía ser más servil: se inclina y acerca sus manos lo más que puede al presidente de la República.
Tiene varias razones para comportarse de esa manera. La mayor parte de los recursos de su programa estelar, las becas salario, provienen del Gobierno Federal, lo mismo que el dinero que se está entregando al sector agropecuario. Son varios miles de millones los que el gobierno de Peña Nieto le envía cada año al gobierno de Graco.
Quienes lo conocen de tiempo atrás se preguntan ¿Cuándo va a traicionar Graco al presidente de la República? Y se contestan: “Cuando ya no lo necesite”.
Y es que la vida política de Graco ha estado llena de traiciones. Cuentan que su primera traición fue al movimiento estudiantil de 1968 donde actuó como esquirol, como delatador de las acciones de los inconformes.
¿Recuerdan a Rafael Aguilar Talamantes? Fue aquel político que en 1991 la diputada del PRD, Celia Torres le arrojó treinta monedas para hacerlo pasar públicamente por un Judas al denostar a Cuauhtémoc Cárdenas, el aliado que lo había llevado a él y a sus seguidores a ocupar un buen número de asientos en la Cámara de Diputados.
El propio Aguilar Talamantes, reconoció haber recibido fondos del gobierno de Luis Echeverría para fundar en los años setenta el Partido Socialista de los Trabajadores, en él fueron sus pupilos más avanzados Jesús Ortega y Jesús Zambrano así como los hoy senadores del partido del sol azteca el tabasqueño Graco Ramírez Garrido Abreu y Carlos Navarrete, piezas clave para el PAN y el PRI en la negociación de la reforma petrolera.
Así que apoyado por el ex presidente Echeverría, el hombre que junto con Gustavo Díaz Ordaz había reprimido el movimiento estudiantil del que formaba parte, Aguilar Talamantes fundó en 1975 el Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Una especie de franquicia política que obtuvo su registro en 1979.
Según el documento con que se constituyó, se declaraba por los principios del socialismo y por la transformación de la sociedad mexicana en una comunidad de orden superior, en la que no existieran la opresión y la explotación, el hoy gobernador Graco Ramírez y Juan Ignacio Valle lo acompañaron en esa aventura fundacional.
Sin embargo, Aguilar Talamantes fue desconocido por el esquirol Graco Ramírez Garrido Abreu, quien expulso (a Talamantes) por “faltas graves a la integridad del partido”. Años después, haría lo mismo con el empresario Raúl Iragorri, y traicionaría también a su compañero de batallas contra Jorge Carrillo Olea, el conocido activista Gerardo Becerra Chávez de Ita.
Otro caso fue con el empresario Carlos Ahumada, quien en un libro hace pedazos la reputación del hoy gobernador de Morelos, mencionando que a cada rato le pedía dinero. Ante lo innegable, Graco tuvo que admitir que le pidió prestados 50 mil pesos a Ahumada, y se los tuvo que pagar.
Lo último que hizo fue usar la figura del ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, para presumir que en Morelos sí hay control sobre los cuerpos policiacos. Como si no existieran videos donde se observa a Graco decir que “Morelos es el municipio más grande de Guerrero”, para después fundirse ambos gobernadores en un abrazo entre risas.
Una prueba de esa profunda amistad fue el “intercambio de hermanos”: Graco le pidió a Peña Nieto que nombrara delegado de la SCT en Morelos a Mateo Aguirre, hermano de Ángel, y aquel propuso a Jaime Ramírez para una delegación en Guerrero. Obvio, hoy ni el teléfono les contesta a los hermanos Aguirre.
Es el estilo de Graco, el “te uso y te deshecho”. Por eso la gente se pregunta en Morelos cuándo va a desechar a los empresarios Julio Mitre, Víctor Sánchez, Francisco Bernot, Armando Haddad y varios más que lo han apoyado en su proyecto político.
HASTA LA PRÓXIMA