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VATICANO, 25 de abril de 2014.- A Karol Wojtyla se le atribuyen dos milagros, en ambos casos se trató de la cura de enfermedades, el primero el mal de Parkinson de la monja parisina Marie Simon-Pierre en 2005 y el segundo el aneurisma cerebral de la costarricense Floribeth Mora en 2011, informó el diario Excélsior.
Marie Simon-Pierre
La monja francesa Marie Simon-Pierre padecía mal de Parkinson desde que le fue diagnosticado en 2001, según relata la religiosa en 2005 la enfermedad empezó a empeorar al grado de no poder mover la parte izquierda de su cuerpo, no podía escribir (pues era zurda) ni podía manejar trayectos largos.
Luego del anuncio de la muerte del Papa el 2 de abril de 2005, monjas de Francia y África pidieron la curación de Marie Simon-Pierre por intercesión de Juan Pablo II.
El 1 de junio de 2005 la monja, luego de rezarle a Juan Pablo II y pedirle su curación, se dio cuenta que todos los síntomas del Parkinson habían desaparecido.
Fue el 7 de junio que el médico de cabecera de la monja se cercioró de la milagrosa curación, inclusive habiendo dejado los medicamentos.
“Han pasado ya 10 meses desde que interrumpí todo tipo de tratamiento. He vuelto a trabajar normalmente, no tengo dificultad para escribir y conduzco también en recorridos largos. Me parece como si hubiese renacido: una vida nueva, porque nada es igual que antes”.
Floribeth Mora Díaz
Floribeth Mora padecía aneurisma cerebral – ensanchamiento en la pared de una arteria del cerebro- desde abril de 2011, cuando le fue detectado y diagnosticado, los doctores le informaron que clínicamente era imposible de erradicar y le dieron apenas un mes de vida.
El 1 de mayo observó por televisión la ceremonia en la que Juan Pablo II fue declarado beato de la Iglesia Católica. Esa noche, luego de días de rezarle al fallecido Papa, escuchó una voz que le decía “levántate, no tengas miedo” y desde ahí empezó a recuperarse.
No me levanté de un brinco, pero empecé a sentir paz, mi agonía ya no estaba”, contó a BBC. “El proceso de sanación de mi cuerpo se fue dando paulatinamente”.
Su doctor, Carlos Vargas, revisó varias veces los exámenes clínicos. Se levantó de su asiento para verificar en el laboratorio del hospital que el expediente fuera el correcto.
El aneurisma cerebral que padecía Floribeth Mora Díaz y por el que le había diagnosticado un mes de vida, milagrosamente desapareció.
La hipótesis del milagro se volvió certeza para la Iglesia Católica, que gracias a esta prueba acordó canonizar a Karol Wojtyla.