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MADRID, España, 17 de septiembre de 2015.- El refugiado sirio Osama Abdul Mohsen, que se dio a conocer al ser agredido por la periodista húngara Petra Laszlo, afirmó hoy a su llegada a Madrid que quiere que se haga “justicia” con la reportera y que “no la perdona” porque lo que hizo fue “inhumano”.
Osama llegó a la localidad madrileña de Cetafe en el final feliz de una historia dramática que arranca en Siria, donde dirigió a uno de los mayores equipos de fútbol de primera división. Pero llegó la guerra, y debió huir con su familia. La mitad quedó en Turquía.
El siguió camino a Europa con su hijo de siete años. Y lograron llegar vivos hasta la frontera húngara donde la camarógrafa Petra Laszlo lo recibió a patadas y lo tiró al piso, con su hijo en brazos, en una foto que enfureció a la comunidad internacional.
En declaraciones a los periodistas, acompañado por su traductor -el joven Mohamed Labrouzi, alumno del Cenafe-, Osama pidió “justicia” para Laszlo, que lo pateó y le puso una zancadilla junto a la frontera con Serbia, porque no entiende “cómo pudo hacerle eso” a un padre con su hijo pequeño en brazos.
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