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Cuauhtémoc marca la ruta
¿Turismo rosa?
La propuesta de promover el “Turismo Rosa” por parte de la Secretaría de Turismo parece una decisión desafortunada o poco pensada para un gobierno que se dice “de izquierda”, “demócrata” e “incluyente”. Incluso parece incongruentemente discriminatoria.
La preferencia sexual de una persona sólo tiene que ver con su vida privada, en nada afecta su desarrollo académico o laboral, actividad económica o profesional, o su valía como ser humano, mucho menos en la decisión de dónde pasar un fin de semana o vacaciones.
No se trata de decirle a la comunidad homosexual que en “Morelos pueden pasar un fin de semana sin sobresaltos ni señalamientos”, sino de promover entre los habitantes del estado la cultura del respeto y la no discriminación. Es decir, tratarlos con la misma cordialidad y respeto que tratarían a cualquier otra persona.
Y es que en los últimos años no sólo en Morelos sino en todo el país la segregación de diversos grupos ha sido la herramienta que muchos gobiernos utilizan para evitar problemas entre la población; el más claro ejemplo son los autobuses especiales para mujeres, por qué no enseñar a los hombres a respetarlas en lugar de apartarlas?
En Morelos se requiere una estrategia integral para el turismo, que comienza por los problemas de seguridad y gobernabilidad, pasando por la incapacidad de algunos servidores públicos para establecer políticas que apoyen a este sector en lugar de golpearlo como ha sucedido hasta hoy.
Y no solo para un sólo grupo, sino para que la población en general tenga la confianza de visitar Morelos sin miedo a la delincuencia, y por lo que se puede apreciar, los visitantes, todos, no llegan a Morelos por el ambiente violento que se vive en los 33 municipios, en eso hay que trabajar primero.