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CUAUTLA, Mor. 6 de marzo de 2014.- Luego de 20 años, dieron inicio los trabajos de construcción de la autopista Siglo XXI. Dos décadas de intensa lucha entre los gobiernos federal y estatal con ejidatarios de la mayoría de los municipios desde Temoac al oriente hasta Tlaquiltenango al sur del estado, por donde pasa el tramo de la carretera que permitirá la conectividad de Morelos con los puertos de Veracruz y el Pacífico, con una inversión de dos mil 756 millones de pesos en el estado, entre generación de fuentes de empleo, contratación de transporte de carga, compras a proveedores, y prestadores de servicios.
Al inicio del proyecto, el rechazo fue notorio con ejidatarios de comunidades indígenas que colindan con Puebla, la negociación se realizó con cada núcleo ejidal en los municipios de Temoac, Jantetelco y Jonacatepec, lo que generó un retraso importante en los trabajos, sin embargo, la división generada por las autoridades en cada ejido y las grandes cantidades de dinero que ofrecían a los ejidatarios de manera individual permitió la continuación de los trabajos.
Félix Rodríguez Sosa, dirigente estatal de la CNC señaló que ahora son los ejidatarios de Tlaquitenango, Tlatlenchi quienes no permitirán la continuidad de los trabajos de la autopista siglo XXI por ser tierras de alta productividad las que se verían afectadas.
Enfatizó que los ejidatarios no se oponen a la construcción de esta carretera, sino que pase por sus tierras de alta productividad, razón por la cual una de las propuestas es que la autopista pase al pie del cerro o se construya un maxitunel, como lo hicieron en la pista que va a Acapulco; “Ellos tienen muy buenos ingenieros que se pueden encargar de dar solución a esto”.
Señaló que los ejidatarios le solicitaron apoyo a él como dirigente de la CNC para resolver esta problemática, razón por la cual está dispuesto a apoyarlos en las movilizaciones para impedir que la empresa inicie los trabajos en la zona.
Indicó que otra de las irregularidades es que gente del gobierno ha visitado mañosamente a diferentes personas propietarias de estos terrenos para ofrecerles entre 800 mil pesos hasta un millón de pesos por una parcela de 25 tareas; “Eso no es justo porque les están pagando 40 pesos el metro y los afectados serían más del mil ejidatarios”.