Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
CUAUTLA, Mor., 01 de enero de 2015.- Dos personas muertas por arma de fuego, entre ellas una menor de edad y el incendio en la biblioteca de la comunidad indígena de Tetelcingo, marcaron la noche vieja y los primeros minutos del novel 2015, noche en la cual se escucharon mayor detonaciones por arma de fuego y el manejo descontrolado de explosivos, en la ciudad de Cuautla, al oriente del estado de Morelos.
La primer víctima un varón de 43 años de edad, identificado como Juan Dorantes Guzmán quien llegó al hospital general de la ciudad “Dr. Mauro Belaunzarán Tapia” con diversas heridas por arma de fuego, fue agredido al exterior de su domicilio ubicado en la calle Miguel Hidalgo de la colonia Lázaro Cárdenas, en el municipio de Yautepec.
Según la primera versión, salía de su domicilio cuando tres individuos, dos hombres y una mujer, a bordo de una camioneta se acercaron para dispararle en varias ocasiones, fueron los familiares de la víctima quienes solicitaron de inmediato la intervención de los cuerpos de seguridad y rescate, pero fueron ellos mismos quienes lo trasladaron hasta el hospital general en Cuautla para su atención, pero minutos después falleció.
Mientras tanto, elementos de la Policía de Investigación de la Fiscalía General, logró ubicar los agresores en la cabecera municipal para detenerlos y llevarlos ante la autoridad competente.
Minutos después una menor de 14 años de edad fue trasladada al nosocomio con una herida producida por proyectil de arma de fuego en la cabeza, la cual recibió mientras se encontraba en el festejo de fin de año con su familia.
Los consternados padres informaron que fue una bala perdida la que ocasionó su lesión mientras ella participaba de la fiesta. A pesar de los esfuerzos de quienes la trasladaron y del equipo médico que la atendió no lograron salvarle la vida.
Durante la noche vieja, la venta indiscriminada de explosivos generó problemas en algunos de los barrios, donde se realizaban detonaciones incluso en el interior de domicilios particulares y en plena calle a pesar de los automóviles estacionados o los que se encontraban en circulación.
Pero fue en la comunidad indígena de Tetelcingo en donde uno de los cohetes denominados “chifladores” ingresó al interior de la biblioteca, ubicada en la plaza ceremonial, a un costado de una oficina de la fiscalía regional, lo que generó un incendio importante, ya que en cuestión de minutos comenzaron las llamas a propagarse por el inmueble.
Aunque algunos vecinos trataron de impedir la conflagración, el fuego quemó equipos de cómputo y mobiliario, así como papelería y libros. Fueron los elementos del cuerpo de Bomberos de Cuautla quienes llegaron para apagar el siniestro. No se registraron víctimas.