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CUERNAVACA, Mor. 17 de agosto de 2014.- La Diócesis de Cuernavaca, se dijo dispuesta a sujetarse a las nuevas obligaciones que la Reforma Hacendaria impone a las Asociaciones Religiosas en todo el país.
A decir del XII Obispo de la Diócesis, Ramón Castro Castro, desde tiempo atrás las Iglesias en Morelos y en el resto del país seguían estrictas normas de transparencia y rendición de cuentas a sus fieles, además de cumplir con las obligaciones de ley.
“Desde hace mucho tiempo que hemos estado fiscalizados, la ‘economía’ (área encargada de la administración) de la Diócesis de Cuernavaca está siguiendo todo aquello que se ha pedido; estamos tratando de poner mucho orden, desde hace tiempo se paga impuestos y seguimos con todo escrúpulo todas las normas que se nos están pidiendo”, señaló.
Entrevistado al término de la tradicional homilía dominical, el prelado reconoció que las nuevas condiciones hacendarias imponen “normas más firmes y más fuertes”.
Castro Castro precisó que desde antes de las nuevas modificaciones hacendarias, la Iglesia en Cuernavaca seguía normas severas, como el hecho de que si un sacerdote recibe como salario mas de tres salarios mínimos, debe de pagar impuestos y otorgarles el seguro social e Infonavit al personal encargado de las áreas de administración que no presta servicios de forma voluntaria en las parroquias, entre otras.
Castro Castro detalló que a los administradores por Decanato -que es la forma de organización por regiones de la Diócesis- se les capacitará en las nuevas reglas.
Pidió a las autoridades hacendarias ser “comprensivos” en cuanto a las manifestaciones electrónicas por regiones, dado que algunas parroquias, gracias a su distancia, carecen de servicios de internet, de ahí que conjuntarán estas obligaciones en el Decanato que les corresponda.
De igual forma, calificó como “puros cuentos e inventos” las versiones que señalan que la Iglesia Católica recibe fuertes ingresos, en ocasiones, hasta producto del narcotráfico.
“Las cuentas están tan claras, no hay ninguna cosa de que podemos avergonzarnos”.