
¡Malinche ya está en México! Nacho Cano presenta a su elenco estelar
TAMAZULA, Durango, 19 de octubre de 2015.- Techos de casas perforados y carros calcinados con más de una docena de balazos son las huellas que dejó la caza militar contra el narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán en la sierra de Durango, donde ahora hay poblados desolados y un misterioso rancho fuertemente custodiado.
No hay ni un alma en varios poblados de Tamazula: todos sus habitantes huyeron despavoridos a la ciudad más cercana, Cosalá (Sinaloa), después de haber vivido momentos de terror.
Sólo en la remota comunidad de El Limón hay elementos de la Marina, asegurándose de que nadie se acerque al rancho. Según los vecinos desplazados, fue aquí donde el pasado 6 de octubre los marinos empezaron a balear casas desde helicópteros en un operativo que luego se extendió a otros poblados de la Sierra Madre Occidental.
Sigue leyendo en La Jornada