
Impiden paso al CRIJ a patronato fundador
CUAUTLA, Mor., 8 de abril de 2015.- Mientras se remodelan la Alameda con su espacio para que las cervecerías disfrazadas de restaurantes vendan sin control, se mejore la imagen de una sucursal bancaria y la estación del Ferrocarril Interoceánico, el ex convento de San Diego de Alcalá, ubicado en el centro de la ciudad y considerado uno de los 19 monumentos de la ciudad, se encuentra en el olvido a pesar de la solicitud para restaurar el portal y su barda limítrofe que enfrentan serios problemas de deterioro por la contaminación y el excremento de las aves aseveró Jesús Longar Estrada vicario de la zona oriente de Morelos.
Indicó que el frente de la iglesia de San Diego de Alcalá considerada dentro de los 19 monumentos históricos por declaratoria del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, registra daños estructurales particularmente en el basamento de las bardas que están entre el atrio y la parroquia, así como a las marquesinas y la cantera.
“El portal de este inmueble histórico, donde el mariscal Hermenegildo Galeana se cubrió de gloria al repeler las primeras ofensivas del ejército realista, se está derrumbando poco a poco debido a la polución de los gases que emiten los carros, el sol, el agua, el viento y el excremento de las palomas”.
Ahora con el proyecto de la alameda o plaza y fuerte de Galeana, no fue incluido el templo, a pesar de que expertos de antropología e historia descubrieron el deterioro físico del edificio y que dieron a conocer a las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), a través de diversos escritos.
Por ello descalificó el criterio que usan las autoridades de los tres niveles de gobierno y lamentó que le den preferencia a la remodelación y rehabilitación de una institución financiera como Bancomer, una plaza comercial como la Robles con la proliferación de sus cervecerías disfrazadas de restaurantes, que al propio templo considerado dentro de una declaratoria presidencial, como monumento histórico, al servir de fuerte al mariscal Galeana, durante la lucha por la independencia de nuestro país.