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CUAUTLA, Mor., 9 de agosto de 2014.- A más de dos meses de que una treintena de reses fueron sacrificados por supuesta detección de tuberculosis, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) aún debe pagar más de 65 mil pesos a ganaderos.
Luis Félix Rodríguez Becerra, presiente de Asociación Ganadera Local del Municipio de Cuautla, dio a conocer que el ayuntamiento ha cumplido con el pago de 2 mil 500 pesos por animal sacrificado cuando el acuerdo precisa que el Gobierno del Estado debe aportar la misma cantidad para completar 5 mil pesos por animal.
Se trata de reses que tienen un valor de más de 15 mil pesos que en caso de que se cumpla el pago por los dos órdenes de gobierno, sólo recuperarían la mitad de su valor.
La dependencia que encabeza Roberto Ruiz Silva no les ha dado ningún tipo de respuesta “sólo que están en firma de convenio”, mientras tanto, los productores se ven perjudicados en su patrimonio familiar.
Además, la organización,conformada por 60 miembros, denunció irregularidades en los criterios de matanza porque a los animales sólo se les realiza una de las dos pruebas y son llevados al rastro municipal para ser sacrificados, sin embargo, en el nuevo examen que hacen en el rastro, los animales salen limpios pero aún así se sacrifican:
“En el muestreo de seguimiento salieron muchos animales sospechosos, de esos sospechosos los mandan directamente al rastro, ya no hay otra prueba, y ya en matanza salen limpios de la enfermedad sin alguna lesión. Aun así esos animales son tirados al desecho sanitario pero hay norma que marca que esa carne puede salir a consumo por no presentar lesiones, y así ‘nomás’, los están mandando al rastro”, explicó.
Son las pruebas cervical comparativa y la “simple” las que deben realizarse a los animales para detectar tuberculosis, a pesar de ello, de acuerdo con el ganadero, al hacer solo la prueba “simple” pueden reaccionar a algún otro compuesto, no precisamente positivo a tuberculosis y “de ahí se van al rastro, al sacrificio.”
Los animales sacrificados no son criados para matanza sino para elaboración de productos lácteos, “no llegan ni al 50 por ciento los animales que salen positivo, los demás son limpios, que no llevan lesiones, no muestran nada, y son los que se desechan totalmente. Al no aprovecharse nada la pérdida es para el ganadero”.