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CUERNAVACA, Mor., 20 de diciembre de 2014.- De ser una herencia prehispánica, la mayoría de la nochebuena que se produce actualmente en el Distrito Federal y en otros estados, es resultado de modificaciones genéticas en laboratorios de Estados Unidos, publicó El Universal.
“Nosotros como pequeños o medianos productores nunca compramos semilla. Compramos el esqueje (fragmento de planta con finalidad reproductiva). Son variedades modificadas genéticamente de las originales que son las nochebuenas de sol, en invernaderos y laboratorios en Estados Unidos, principalmente en Florida, donde el clima es parecido al de Cuautla, Morelos.
“En aquel país hacen las mejoras a las plantas y venden los esquejes a grandes invernaderos en México, principalmente en Morelos”, reconoce Erick Martínez Tecpan, miembro de una familia tradicional de productores de plantas ornamentales en el barrio de Santiago Tepalcatlalpan, Xochimilco.
Como cada año, han sacado su producción para comercializarla en mercados de la capital del país, luego de haber comenzado el proceso desde abril y mayo, dependiendo del tamaño de la planta, para la cual, reitera, utilizan esquejes que han sido traídos de Estados Unidos, lo cual se ha ido convirtiendo en una característica que ha dejado que esta flor sea cien por ciento mexicana.
De acuerdo con el Consejo Estatal de Productores de Ornamentales de Morelos, la producción de la flor se encuentra con la barrera de la genética aplicada, sector en el cual no se tiene en México material modificado para hacerlas más resistentes, y se deben importar.
En el caso de Morelos, el principal productor de nochebuena, con ocho millones anualmente, surte al país de esquejes y exportan entre 30 y 40 millones a los mercados de Alemania, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, Holanda, Japón, Kenia, Suecia y Vietnam, con un valor aproximado de 90 millones pesos, pero la deficiencia se encuentra en los genéticamente modificados, indica el Consejo Estatal.
En el caso de lo que se produce en el país, la introducción de esta planta se inicia a partir de mayo y junio cuando se dispone de esqueje enraizado o antes si se va a producir planta madre. Existen de varios colores y hay diferentes presentaciones en cuanto a tamaño del envase.
Las plagas que llegan a atacar a la nochebuena, principalmente son insectos, como la mosquita blanca y negra, algunos gusanos, además de hongos que pudiesen ser como la mancha negra.
Morelos es la cuna de la planta, principalmente Texcal, Jiutepec, Tepoztlán y Oaxtepec.
“El proceso debe ser con paciencia, dedicación y amor a lo que se hace, como todo en la vida”, sostiene Erick Martínez, quien estudió administración industrial y realizó una maestría en administración, con una tesis sobre la comercialización de plantas ornamentales y tiene un hermano que ha estudiado especialización en este último sector, lo cual le da un impulso al negocio familiar, que se sustenta en una cooperativa que ha producido unas siete mil plantas esta temporada.
La nota en EL UNIVERSAL