Claroscuros en los gobiernos de Graco Ramírez y Morales Barud

CUERNAVACA, MOR.- El año que termina cierra con un saldo negativo para las administraciones del gobernador Graco Ramírez, y “sin pena ni gloria” para el gobierno de Cuernavaca, encabezado por el alcalde Jorge Morales Barud.
El Gobernador termina 2013 con una promesa por cumplir: terminar con la inseguridad que priva en la entidad y cuyo plazo fatal se cumple en abril de 2014, y aunque el mandatario estatal trató de cambiar el discurso hace algunas semanas, al asegurar que sólo prometió que en 18 meses habría una estrategia “para combatir la delincuencia”, el periodista Teodoro Lavín en su blog del Diario de Morelos, aparecido en julio de 2012, consigna lo siguiente: “el Gobernador aseguró: ‘…se va a acabar la inseguridad; les pido 18 meses para que tengamos la certeza de que en Morelos vamos a estar cuidando el territorio (…), eso se va a terminar’”.
Asimismo, la sociedad demanda al mandatario estatal, mayor sensibilidad hacia lo que antes como oposición defendía, como las manifestaciones sociales. Así, en enero de 2013, El Regional del Sur registró la demanda de los panistas al Gobernador: “la dirigente estatal del PAN, Norma Alicia Popoca Sotelo, recriminó a Ramírez Garrido la represión social que se dio en (…) Tepoztlán, Jantetelco y Huexca, en Yecapixtla” por la manifestación de sus pobladores en contra de la construcción de una termoeléctrica y un gasoducto.
Asimismo, Graco Ramírez tuvo que enfrentar uno de los escándalos más sonados del año, ya que fue acusado “de recibir sobornos por parte de directivos de la trasnacional Wal Mart para construir tiendas de manera ilegal”, tal como lo publicó Proceso en enero de 2013.
Sin embargo, uno de los grandes aciertos del gobierno de Graco Ramírez Garrido ha sido la puesta en marcha del programa Beca Salario Universal, el cual ha permitido que más de 100 mil jóvenes de tercero de secundaria a universidad puedan seguir estudiando, y que además ha impactado en el indicador de deserción escolar.
Por su parte, si bien Jorge Morales Barud ha tenido un gobierno de bajo perfil, existen tres reclamos claros de la sociedad en su contra: sacar a la luz los fraudes de sus antecesores Manuel Martínez Garrigós y Rogelio Sánchez Gatica; la falta de obra pública y la falta de austeridad; y es que mientras por un lado el edil hablaba de un gobierno “austero”, por otra parte rentaba una casa exclusiva para eventos del alcalde y para reuniones con el cabildo, cuya renta asciende a 30 mil pesos mensuales.
Entre sus aciertos a destacar, el alcalde capitalino ha reducido sustancialmente la deuda de alrededor de dos mil millones de pesos que tenía el ayuntamiento, a menos de 900 millones, lo cual le ha devuelto la confianza crediticia a Cuernavaca. Asimismo, al ser la capital morelense uno de los 400 municipios beneficiados por la Cruzada Nacional Contra el Hambre, se llevaron a cabo diversas acciones en 64 colonias del municipio, aunque éstas se realizaban en su mayoría con recursos federales.