
De prisión a la persecución global, la odisea Alexander Lapshin
MORELIA, Mich., 1 de marzo de 2015.- La captura de Servando Gómez, La Tuta, debería ser motivo de celebración en México, pero las estadísticas indican que el gobierno debe reconsiderar el significado de este tipo de logros en estados turbulentos como Michoacán, destaca el sitio estadounidense especializado en seguridad y narcotráfico In Sight Crime.
Según información publicada por Quadratín México, la captura de Gómez es, desde todo punto de vista, el fin de los Caballeros Templarios, organización criminal que se originó de una escisión de la Familia Michoacana, advierten los especialistas.
Últimamente su poder era en gran parte simbólico. Sus compañeros estaban muertos, en la cárcel o huyendo, o se habían pasado a otros grupos criminales, algunos de los cuales se autodenominan grupos de autodefensa.
Gómez usó hábilmente las redes sociales y los medios de comunicación, pero fue incapaz de detener la arremetida contra él. “Sus relevos, sin embargo, parecen igual de malos, o incluso peores.
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