
Exitosa celebración del Buen Fin en Xochitepec
NUEVA YORK, EU, 5 de octubre de 2015.- Ni un cambio de consejero delegado, ni una publicidad menos agresiva, ni siquiera que la todopoderosa Taylor Swift vistiera sus prendas han evitado que la empresa de moda American Apparel se haya declarado en bancarrota. La deuda, la caída de las ventas y los continuos conflictos judiciales han hecho que en los últimos meses la compañía se haya hundido hasta anunciar hace unas horas una reestructuración empresarial para poder sobrevivir.
El escándalo ya no es rentable. Los anuncios sexistas o los que presentaban a menores en situaciones demasiado sexualizadas le han pasado factura a esta compañía, que tras meses de esfuerzos no ha podido recuperar su reputación ni sus ventas. Los rumores sobre una posible bancarrota ya amenazaban a American Apparel desde hace meses, pero no ha sido hasta hace unas horas cuando su consejera delegada, Paula Schneider, lo ha hecho oficial ante la corte federal de Delaware (Estados Unidos).
El pasado septiembre, la empresa tuvo que ser suspendida de cotización en Bolsa después de que la compañía anunciara en agosto que no tenía recursos para continuar con su actividad 12 meses más.
Sigue leyendo en El Mundo