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CUERNAVACA, Mor. 12 de diciembre de 2013.- Una infección pulmonar que puso a su nieto entre la vida y muerte hizo que Antonio Vázquez llegara a El Calvario a cumplir la manda que prometió a la Virgen de Guadalupe.
“Mi nieto está chiquito, apenas tiene un año cuatro meses y ya se me andaba muriendo, por eso yo le prometí a la virgencita de Guadalupe que si nos ayudaba a que mi niño se curara yo me iba a quedar aquí con ella todo el día en su santo, para que viera cuánto le agradezco su intercesión”, dijo Antonio Vázquez.
A pesar del cansancio, el sol, el hambre y la sed, el señor Vázquez aseguró que no se movería de la entrada de la iglesia de El Calvario, escucharía con agradecimiento cada una de la misas que se realizan este día y una y otra vez daría gracias a la Morenita del Tepeyac, por haber salvado a su nieto.
“Hice la manda por mi nieto, porque se enfermó y ahora que está bien no tengo más que cumplir y venir a dar las gracias por los favores que recibí de mi niño, porque él está bien, apenas va mejorando porque estaba malito de un pulmón, pero yo aquí estoy parado para cumplir”, agregó.
Don Antonio, que hizo el viaje desde Miacatlán afirmó que no significa ningún esfuerzo ni pesadez estar parado todo el día, ya que para la virgen de Guadalupe tampoco significó un trabajo curar a su nieto.
Este día no lo olvidará, porque su nieto en casa lo espera, con la mejor sonrisa y sobre todo, con la salud que antes no tenía y que ahora su familia quiere agradecer en cada momento.