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CUAUTLA, Mor., 1 de junio de 2014.- Don Cutberto, como ya es conocido en la clínica hospitalaria del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), continúa recibiendo servicio en la sala de urgencias del “Rafael Barba Ocampo” por más de 6 meses, sin que requiera de una atención médica que justifique su estancia en una cama de atención de indicación roja.
Al no verse cuidado por sus hijos, Cutberto Cepeda Guadarrama, de 86 años, llega al servicio de urgencias del hospital ubicado en la ciudad de Cuautla para ser atendido por causas “normales” de la edad. Los directivos y médicos no le niegan el servicio, al ser beneficiario; sin embargo, es una persona “que ocupa un lugar que otro puede necesitar en verdad”, reconoció el director médico de la clínica, Estuardo Meléndez Aviña.
“El señor se queda dos meses, sale una semana, no sabemos a dónde va y regresa para solicitar nuevamente el servicio, recibiéndolo por semanas”, comentó el directivo, quien agregó que los familiares se niegan a hacerse cargo de don Cutberto; a pesar de buscar el diálogo con ello, el resultado es un caso de abandono social.
El sistema DIF municipal, a través del delegado de la Procuraduría del Menor y la Familia, Isaías Froylán Naranjo, acotó que las instancias están agotadas para este caso La carpeta de investigación CT-UESF/376/2013, con fecha del 28 de noviembre del 2013, está siendo integrada por Omisión de Cuidados, con apoyo de las autoridades del Distrito Federal, lugar donde habitan los hijos.
“Ya fueron mandados a citar por el Ministerio Público; como tiene familiares, no aplica para ser canalizado a un albergue; tiene una media hermana, pero por su condición de adulto mayor también se complica su atención. Ellos –los hijos- tienen la obligación de cuidar y atender de él. Sabemos que no es un día de campo porque hay que estar pendientes del adulto mayor y eso representa un esfuerzo, dedicarle tiempo y dinero; sin embargo, al judicializarse, el juez deberá atender y determinar que se hagan cargo”, comentó el especialista.
Agregó que el no tener una buena relación familiar es “el colofón” que determina qué situaciones de la vida se llevó de la manera menos adecuada, pero que “tenemos que tratar de superar las crisis que en ocasiones se dé, el estereotipo del resentimiento o bien la simple y llana voluntad de no hacerse cargo”.
Por lo anterior, consideró exhortar a la población en general a colaborar denunciando, pero a la vez ayudando a la institución. En el caso de don Cutberto, el ISSSTE debió haber cerciorado a quién brindar el servicio, quién lo lleva y observar la denuncia necesaria de esfuerzo y compromiso.
“El DIF trata de enfocar sus baterías de salvaguardar a la población vulnerable, pero se requiere del compromiso y la conciencia de la población”.