A proceso los 10 detenidos por secuestro de diputado perredista

CUERNAVACA, Mor., 25 de diciembre de 2014.- Después de una audiencia que se prolongó por casi 10 horas, la Juez Alejandra Trejo Resendiz dictó auto de vinculación a proceso a ocho hombres y dos mujeres acusados de participar en el secuestro del diputado del PRD, David Martínez Martínez. La Ley General para Sancionar los Delitos de Secuestro establece una penalidad mínima de 40 años de prisión.

A las 19:05 de este miércoles la juzgadora pronunció la resolución en la que también quedaron bajo proceso por delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo por la posesión de menos de un kilo de mariguana. Tras escuchar el veredicto, los imputados fueron conducidos nuevamente al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Atlacholoaya en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

De la lectura de los documentos que conforman la carpeta de investigación FLP/677/2014, se desprende que el motivo para privar de la libertad a David Martínez Martínez nunca fue su filiación partidista ni tampoco su “cercanía con el proyecto del gobierno vigente” como lo declaró el secretario de Gobierno, Matías Quiroz Medina, cuando apenas habían transcurrido 5 horas de su desaparición.

En su declaración ante el Ministerio Público el legislador volvió a mencionar (como ya lo ha hecho en diversos medios de comunicación) que le dijeron la frase “vamos por todos ustedes”, pero dejó en claro que desde el principio le comunicaron que querían los 10 millones de pesos que sabían tenía guardados para pagar su campaña. Y de ello tenían conocimiento porque un sobrino del diputado fue quien les dio toda la información para llevar a cabo el secuestro.

Cabe mencionar que la fiscal pidió permiso a la juez para omitir información “confidencial” que venía en la declaración de la víctima. Por ejemplo, no mencionó nada de lo que ocurrió después de ser liberado, cuando (según fotografías que hizo públicas el gobierno estatal), antes de comparecer ante el Ministerio Público, David Martínez fue conducido hasta la casa del gobernador Graco Ramírez.