
Phil Murphy en México
La planeación para el desarrollo es un proceso estratégico que busca mejorar las condiciones económicas, sociales y ambientales de una comunidad, región o país. Este proceso implica la identificación de objetivos a largo plazo y la implementación de políticas y programas para alcanzarlos. En un gobierno democrático, la planeación representa la hoja de ruta y las acciones que han de realizarse para el interés general.
La historia de la planeación en México se remonta al plan sexenal del General Lázaro Cárdenas. Hoy, tanto la Constitución en su artículo 26 como la Ley de Planeación contienen los elementos fundamentales del Plan Nacional de Desarrollo, la hoja de ruta que debe guiar las acciones del gobierno de la República durante seis años. Sin embargo, existe un desface constitucional y legal entre el inicio del gobierno federal, 1º de octubre de cada seis años, y la fecha de la presentación del Plan Nacional de Desarrollo, última semana del mes de febrero del año posterior a la toma de protesta del ejecutivo federal. Así, los gobiernos viven un periodo de cuatro meses sin hoja de ruta, sin plan. Ahí se requiere de una reforma legislativa que permita coincidir la fecha de toma de protesta con la de la presentación del Plan, una tarea que los legisladores deben abordar.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado ya a la Cámara de Diputados el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2025-2030: el documento estratégico que define los ejes fundamentales de su administración y que orientará el rumbo del país en los próximos años. Con una visión de justicia social, equidad y desarrollo sustentable, el plan busca consolidar la transformación nacional y proyectar a México hacia un futuro en donde se instaure plenamente una República para la Prosperidad Compartida.
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