Cuauhtémoc marca la ruta
Hay quienes advierten que en Morelos lo hemos probado todo, polìticamente hablando; que hemos tenido de todos colores y sabores al frente de los gobiernos, sobre todo del estatal, en donde ya han tenido la batuta en sus manos, priístas (por varias décadas), derechistas (dos gobiernos panistas) y desde el 2012 supuestos representantes de la izquierda (PRD y Morena en Coalición), pero el común denominador de todos ellos es que, siempre han sido hombres que a pesar de los colores, hasta ahora le han quedado a deber a nuestro querido estado revolucionario de Morelos.
Aquí precisamente se gestaron luchas importantes que cambiaron la vida social y política de nuestro país, como la Independencia y la Revolución; sin embargo es penoso que hasta ahora no nos hemos permitido la oportunidad de dar un giro de 180 grados para darle la oportunidad de tomar el mando a una mujer; desde luego que ello refiere una tarea nada sencilla, pero que en si reviste algo totalmente distinto que, quizá ahora sí, cambiaría el rumbo de nuestra entidad.
Y aunque en la última década son cada vez más y mejor preparadas las mujeres que participan en la política morelense, muy pocas o casi ninguna tiene la experiencia y la probidad para ser la punta de lanza en una nueva realidad política del estado; una mujer que no solo acumule años de vida pública, sino que ademas en su devenir tenga una sólida calidad moral y que ademas logre lo que casi nadie: el respaldo y el reconocimiento de una sociedad muy criticada y participativa como es la de Morelos.
En una análisis sesudo, sin filias ni fobias, la única que se coloca en ese renglón de virtudes y cualidades, es la mujer morelense que actualmente tiene la mayor responsabilidad en el país y se trata nada más y nada menos que de Margarita González Saravia, que si bien no nació en la entidad, es morelense por adopción, con una brillante carrera empresarial y política sobre sus espaldas.
Actualmente es la directora de la Lotería Nacional, desde donde está demostrando una vez más lo buena administradora que es, de los recursos públicos. Ha sido fundadora de asociaciones de hoteles, y funcionaria exitosa en diferentes escaños públicos, pero sobre todo a lo largo de más de cuatro décadas, ha sido una mujer con temple y fuerza que se ha podido sobreponer a los estereotipos enquistados en la vida política del país en medio de un ambiente machista; junto con otras importantes mujeres, ha ido abriendo brecha para muchas que hoy tienen la oportunidad de participar en una representación popular.
Margarita es, sin temor a equivocarnos, la única opción que tiene Morena para preparar un camino de unidad interna con rumbo al proceso electoral 2024. A Margarita se le puede identificar con todos los movimientos de izquierda de nuestro estado, pero goza de su propia identidad y moralidad, razón por la cual es ella la única que podría mostrar que si podemos tener una mujer al frente del poder en Morelos y que si podemos lograr un Morelos diferente.
Margarita no solo garantizaría a la llamada 4T su consolidación en el país, sino que además estamos seguros que daría a nuestra entidad el gobierno que llevamos décadas esperando.