Cuauhtémoc marca la ruta
En muchos discursos o análisis de expertos cuando ocurre un acontecimiento, aparentemente escandaloso, suelen decirque es una “cortina de humo”. Por ello, vale la pena hacer algunas reflexiones al respecto, porque poco se sabe sobre el verdadero significado de esta frase, y debe quedarnos claro porque se recurre con frecuencia; entonces ¿Qué es una cortina de humo y en que beneficia a la sociedad?
Nunca imaginamos a que nos pueda llevar una frase utilizada como cortina de humo, de acuerdo a Rodrigo Borja, esta es una expresión militar. Se refiere al efecto de ciertas granadas o proyectiles tácticos que, al explotar, lanzan al aire una densa nube de humo que impide a los soldados enemigos ver sus objetivos; es decir, que evita la visibilidad de los soldados enemigos y reducir su campo de tiro.
En otro sentido y en términos de política, siguiendo al mismo autor Borja, se entiende que se ha levantado una “cortina de humo”, cuando con un acontecimiento o una declaración artificiosamente forjada trata de impedir que los adversarios miren los problemas que están detrás. Es una maniobra táctica que busca, al igual que la operación militar, esconder determinados hechos detrás de la citada cortina levantada por otros a fin de que los adversarios políticos o la opinión pública no puedan verlos. Es una de las formas de desviar la atención popular de un objetivo.
En la actualidad en una sociedad democrática, los usos de estas cortinas de humo ya no se pueden ocultar, porque es una ofensa a la inteligencia y; sobre todo, buscan generar ignorancia entre la población para manipularla. Quienes las usan es para evadir sus atribuciones y responsabilidades que les corresponden.
Teniendo como base un manual de procedimientos, mismoque se aplica en toda administración pública y que se puede traducir en una guía básica para los servidores públicos; debe servir como un documento que brinda información respecto a las distintas operaciones que realiza una organización, empresa o un departamento específico de ella.
En conclusión y por sentido común, cualquier servidor público no puede ser omiso en sus responsabilidades y menos si apenas sabe leer o comprender la realidad; en otras palabras, debería ser un acto de congruencia, eficacia, seriedad y responsabilidad, así como aceptar que desconoce de la administración pública; en consecuencia deben renunciar al cargo; y no afectar a los gobernados que padezcan de la incapacidad de los servidores públicos inútiles y se escuden ante ello, con noticias que pretenden distraer la verdad que vivimos todos.