
Reconoce juzgado federal a Juan Gabriel Vargas como presidente del TSJ
“Pueblo de México:
Con esta sesión de Consejo General da inicio formal el proceso electoral, que culminará en las elecciones del próximo domingo 6 de junio del año dos mil veintiuno, con la elección de 500 diputados federales y que es concurrente con 32 procesos electorales locales, en lo que será el mayor proceso comicial en la historia reciente de México.
Es importante manifestar que el Partido del Trabajo, nace como un partido integral, nace como un movimiento social, político, cultural y electoral en las ciudades y en el campo, de las organizaciones sindicales progresistas, del movimiento urbano popular, del movimiento obrero, del movimiento campesino, buscando dar a nuestro pueblo un instrumento legal de lucha, que permita mejorar las condiciones de vida de los sectores más desprotegidos y con mayor desigualdad existente. Venimos de un largo proceso de lucha, pero desde nuestra perspectiva ha valido y sigue valiendo la pena.
Las reformas electorales a finales de los años 70’s no fueron una concesión gratuita, obedecieron a una exigencia de la sociedad, que nos permitiera participar en elecciones libres y democráticas, con el voto universal, libre, secreto e intransferible de las mujeres y los hombres. Algunos de los que están en esta sesión de Consejo General son testigos de ello.
No ha sido sencillo transitar a través de un sistema autoritario, con una Presidencia todo poderosa, totalitaria y represiva, para generar condiciones y dar paso a una Presidencia acotada por otros Poderes de la Unión. Pasar de un Congreso subordinado a la voluntad presidencial, a uno integrado por la pluralidad política, con diferentes ideologías y formas de pensar. Pasar de procesos electorales sin competencia, a medianamente competitivas y lo más valioso de cualquier democracia, generar pesos y contrapesos que obligan necesariamente a discusiones y acuerdos.
Como Partido del Trabajo hemos apostado y seguiremos apostando por construir otra democracia, la democracia de nuestra sociedad, por nuestro pueblo y para nuestro pueblo.
El reto más importante que tenemos enfrente, es que en nuestra democracia despertemos la confianza de las mujeres y los hombres de nuestro país, de los jóvenes,
de los desposeídos, pero no con promesas, no con teorías, no con retóricas; si no con hechos, con realidades, con soluciones verdaderas a sus demandas y necesidades más sentidas. Lograr una mayor participación y una efectiva representación en los diferentes espacios del poder público.
Como partidos políticos, no podemos sustraernos de la realidad que aqueja a la sociedad mexicana, primero por una serie de medidas neoliberales que llevaron al abandono y la desesperanza de millones de mexicanos y luego una pandemia de proporciones nunca antes vistas que ha azotado a la humanidad.
Como parte de esta etapa de cambio en nuestro país, como Cuarta Trasformación no nos sustraemos de los compromisos que asumimos con el pueblo de México en el proceso electoral del año 2018, pero en nada abonan en estos momentos de unidad nacional el señalamiento estéril y con evidentes tintes políticos con que quieren medir al actual gobierno. Hemos hecho lo humanamente posible con lo que nos dejaron, pero con alto sentido social, en algo que debe ser fundamental: ¡primero los pobres!
Nos dejaron un país inmerso en un fenómeno de corrupción expansiva, con total impunidad de los actos de corrupción, la violencia e inseguridad, con miles de muertos y familias destrozadas, así como un miedo colectivo, por el que las libertades no se podían ejercer a cabalidad.
La realidad política no respondía a las expectativas del pueblo, las condiciones de vida no mejoraron, aún con la alternancia de partidos en el poder, por lo que nuestros hijos,
veían en su horizonte, vivir peor que nosotros, sus padres. Eso está cambiando, pero es y será un proceso complejo que requiere del compromiso y esfuerzo de nuestro pueblo.
El engranaje económico del país deben embonar a la perfección con el engrane de la justicia social que tanto ha lastimado a millones de mexicanos. Es por ello que todos los actores políticos y en especial los partidos, debemos esforzarnos en llevar a cabo campañas de propuestas, de soluciones reales y no de quimeras y espejos ilusorios que sólo debilitan la credibilidad ante los electores y ponen con endebles soportes al sistema de partidos políticos.
Los medios de comunicación deben tener claro su papel en este proceso de la Cuarta Transformación, hacemos un llamado respetuoso a que se apeguen a los principios de una conducta ética. El uso de los canales de comunicación de masas a través de entrevistas disfrazadas de reportajes en el supuesto ejercicio de la libertad de expresión, en nada abonan, ni abonarán a la construcción de la democracia.
A las señoras y señores consejeros tanto del Instituto Nacional Electoral, como también de los 32 Organismos Públicos Locales, los exhortamos a conducirse con los principios rectores a los que se deben en su función electoral, sin filias ni fobias.
No son palabras huecas cuando el legislador impuso como principios rectores constitucionales de su actuar la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad.
Todos, ustedes como autoridad administrativa electoral, nosotros como contendientes, debemos conducirnos con altura de miras ante el reto que representa las elecciones de 2021. Hacemos un llamado para que todos seamos vigilantes de que estos procesos electorales, tanto el federal como los locales; que se lleven con apego a la ley, con equidad entre los diferentes candidatos ya sea de partidos políticos o independientes, por una autoridad vigilante de que todos los actores nos conduzcamos con altos principios democráticos, que permitan arribar a dar y entregarle buenas cuentas al pueblo de México.
Como Partido del Trabajo no le fallaremos a los millones de mexicanas y mexicanos que desean un cambio profundo y que confían en la Cuarta Transformación.
Pongamos fin a la desigualdad social en todos sus ámbitos, que se elimine la corrupción y el influyentisimo, pongamos fin a la inseguridad y tengamos lo que todos aspiramos: Un país en paz.
¡Por el bien de todos, primero los pobres! ¡Todo el poder al pueblo!”