
Gestión de desastres naturales
Para ser dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Alejandro Moreno y Carolina Viggiano tuvieron que transitar largos años, (incluso Alito como se le conoce), fue dirigente juvenil del partido, por lo que ambos han competido de manera exitosa en distintos procesos electorales que les permitieron pasar por las diferentes cámaras locales y federales como legisladores; en el caso del actual Presidente del partido, solicitó licencia a la gubernatura de su estado para dedicarse de tiempo completo a sacar el PRI adelante. Esto, con una campaña territorial que tanto él como a Carolina Viggiano les permitió tocar, conocer, visitar y escuchar a la militancia de todo el país. La dirigencia nacional tiene muy en claro que los priistas deben comprometerse con los cambios y transformación que el PRI demanda en esta etapa de Mexico, por lo que se debe desechar la simulación en la integración de su estructura territorial de sus sectores y organizaciones, ya que el posponerlo en los próximos meses, presentaría al PRI en el proceso electoral del 2021 como un partido que va a carecer de oportunidades para ser competitivo y ganar elecciones.
Nadie en su sano juicio puede dejar de reconocer que el PRI como partido político vive uno de los mayores retos de su historia, y que la dirigencia nacional está obligada a impulsar a las mujeres, jóvenes, y dar cuenta de la experiencia en la toma de decisiones para su postulación a puestos de cargos de elección popular. Es así, que la democracia interna dentro del partido y la participación de la militancia ha refrescado su vitalidad para avanzar; la dimensión e importancia política del proceso electoral del 2021 es enorme y los ciudadanos habrán de elegir gobernadores de los estados (casi la mitad del país), la Cámara de Diputados Federal (300 distritos), congresos locales, así como también ayuntamientos, sumando a estos a los propietarios y suplentes. Es decir, estamos hablando de más de 10 mil cargos a disputarse en estas elecciones que serán decisivas en el rumbo del país que hoy vemos tan polarizado, y donde viene siendo claro el partido en el Gobierno Federal (Morena), está trabajando para poner todos los días la contienda a su favor en un régimen donde el presidente López obrador al frente, aspira dejar a sus opositores fuera de la contienda.
El exigir la imparcialidad electoral es un tema que la agenda va estar presente todos los días debido a las expresiones del presidente de México en diversos foros, espacios y todas las mañanas avisan y alertan las dificultades que los partidos opositores tendrán que enfrentar. El PRI tiene que construir su capacidad a través de resultados concretos y ganando elecciones. Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, tienen que construir las condiciones para que así sea. La militancia tiene que creer que puede hacerlo; el PRI entonces tendrá que cuidar la organización del trabajo territorial, convocar a la participación de la militancia en la toma de decisiones, siempre guiándose a través de la transparencia y evitar divisiones; las alianzas que realicen, también deben apoyar primero al PRI, y no como en otros tiempos se ha dado. Se debe tener en cuenta que los que apoyaron a Alejandro y Carolina para ganar la dirigencia del partido, deben refrendar su compromiso con trabajo y responsabilidad. Estarían equivocados quienes piensen que por apoyar a Alito tienen un cheque en blanco y que tienen sus dirigencias o espacios seguros; Alejandro Moreno es el líder que el PRI necesita, y un cuadro que ha hablado con claridad, que junto con Carolina sabrán cómo dirigirlo, y que en estas primeras semanas, ha definido posturas no sólo en el discurso, sino en los hechos; por otro lado, no todo el mundo aún está convencido, e incluso los adversarios del PRI los siguen despreciando y descalificando. Esta nueva dirigencia se ha propuesto en hacer nuevamente del PRI, el primer partido de México, es decir, un partido moderno, con militancia y estructura de carne y hueso. Sin duda, bajo este objetivo muchos de los que apoyaron a Alejandro Moreno, deberán entender que tienen que trabajar hoy más que nunca y que nadie es indispensable; los que no lo hagan, se irán quedando en el camino por no modificar su manera de hacer política.