Cuauhtémoc marca la ruta
En este 2019, se cumplen 150 años que el presidente Benito Juárez emitió el decreto para la creación del Estado de Morelos. Esto, en homenaje al insurgente de la independencia de México, Don José María Morelos y Pavón, creador de Sentimientos de la Nación, documento que es la base de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconocido como el Siervo de la Nación, un liberal que luchó por la justicia social, con su pensamiento y amor para formar el México que hoy tenemos.
A casi 150 de años de ser segmentado gran parte del territorio vecino del Estado de México que hoy forma el estado de Morelos, tenemos un estado dinámico y complejo, que se ha transformado los últimos años bajo un escenario de violencia, divisiones, con inseguridad e improvisación que han sido signos los últimos años. Hoy vemos un Morelos en el que su mayor fortaleza y vocación, era la tierra, la más productiva, ya se encuentra sembrada de casas. Su campo, actualmente con mayor pobreza; sus recursos naturales (reconocidos por su clima y agua), amenazados ante el crecimiento desordenado de asentamientos urbanos, que lo contaminan y le da un contraste con pueblos pequeños y rancherías que dan como resultado un Morelos en riesgo. Sumado a lo anterior, existe un gran número de morelenses sin acceso a la educación, con una importante infraestructura hospitalaria y centros de salud, pero sin médicos ni medicinas, sumado a esto y otros factores, han generado distintos comportamientos en la exigencia de la población, que no ha obtenido respuesta alguna, y que en muchas regiones han paralizado al estado. En Morelos vivimos un presente complejo, sin que se perciba qué es lo que se está construyendo, menos aún, planeando un futuro de oportunidades. Por otra parte, los patrones de conducta, y conducción de los partidos políticos (en el caso específico de Morelos), de actores que han perdido principios, convicciones, y solo los mueve conseguir el poder por el poder mismo, generando un desprecio de los ciudadanos por su manera de actuar hacia la política. Un ejemplo de ello, son los hombres y mujeres que en un periodo de 10 años, han sido candidatos de 4 o 5 partidos políticos, convirtiendo la dignidad política, en una frivolidad inmensa, sin un compromiso que como resultado, ha tenido la indiferencia de los ciudadanos, y que ha lastimado la posibilidad que los jóvenes respeten el trabajo y la ética política. En resumen, todo este escenario, ha generado toda una actitud equivocada; la migración, las desigualdades y la forma de hacer política, han tenido consecuencias negativas. Decía Valentín López González, destacado historiador y cronista morelense QEPD, que “los políticos denigraban tanto el trabajo político y la descalificación era tal entre los morelenses, que se estaba fomentando un sentimiento de malinchismo”, es decir, él puntualizaba que había quien pensaba que era mejor que alguien viniera de fuera a gobernarnos (quien fuera), que ponernos de acuerdo entre nosotros mismos. Creo firmemente que, estrictamente en el caso de Morelos, esta época de crisis anunciada por Valentín López González, ya nos llegó, y por ello, en el marco de este 150° Aniversario de Morelos, debemos luchar por despertar el espíritu del morelense emprendedor, de saber dialogar, de tener una gran disposición; que no nos cause pereza ni cerrazón, el poder reunirnos, reconocer desaciertos, y lo más importante: reflejar y fomentar el autoestima en las nuevas generaciones que hacen política en Morelos para combatir el arribismo y la improvisación.
Hoy, muchos ciudadanos votaron por una opción de fuera para gobernar Morelos, y con esto se minó aún más nuestra identidad como morelenses, buscando resolver con gente de fuera, sin arraigo y sin amor al estado, con un personaje que buscó por todas las vías legales sobre cómo mentir sobre su residencia. Necesitamos fomentar entre los jóvenes el orgullo de nuestra historia como morelenses, de los valores que tenemos en nuestra historia y cultura, y el respeto que debemos tenernos entre todas y todos para rechazar a quien, desde el gobierno actual, y a través de sus acciones, siente un desprecio por Morelos y sus habitantes. Debemos valorar a los de aquí, a los locales, a los que nacieron en Morelos, a los que decidieron vivir , y que han hecho mucho por el estado, y no por personajes famosos, irresponsables que nada van a hacer por transformarlo; personajes que desdeñan la historia del estado, y de manera peyorativa e insultante traen amigos, manejadores y compadres de fuera sin ninguna capacidad y ven nuestro estado como botín. Es innegable que en los últimos meses, el flujo constante de estos personajes, estén provocando más división y más encono, tengamos la capacidad, que como morelenses rompamos este malinchismo, de dar fin a esta tesis equivocada de que los que vienen de fuera, vienen a hacer mejor las cosas que nosotros; no nos quedemos hoy en el camino y organicémonos, Morelos lo necesita.