Cuauhtémoc marca la ruta
Tal como ocurre en el ámbito nacional, en el estado de Morelos la organización política denominada MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) se presenta a la jornada comicial del uno de julio de 2018 como una de las opciones partidistas que tiene amplias posibilidades de triunfar. La circunstancia política-social que se vive en la entidad y el apoyo ciudadano mostrado hacía Andrés Manuel López Obrador, desde la elección del año 2006, hacen de este el momento idóneo para captar una gubernatura a la causa.
Hacía el segundo fin de semana de diciembre se daba por descontado que el candidato de MORENA al gobierno de Morelos sería el senador Rabindranath Salazar Solorio; unos días más tarde, con el anuncio de la coalición electoral “Juntos Haremos Historia” integrada por el Movimiento y los Partidos: del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), esa posibilidad se fue resquebrajando al conocerse que el PES solicitó, como una condición para formalizar la alianza nacional, la postulación de Cuauhtémoc Blanco Bravo al poder ejecutivo morelense.
Ante este nuevo escenario habría que señalar que el enroque en la candidatura no es definitivo, ya que de acuerdo a información vertida por el dirigente nacional de Encuentro Social en próximas fechas se levantarán encuestas para determinar a las mujeres y a los hombres mejor posicionados que competirán bajo las siglas de los tres institutos para las gubernaturas en juego en 2018, incluida la de Morelos. Muchos ciudadanos creerán que la apuesta por el presidente municipal de Cuernavaca es segura, pero no hay que dar por descartado a Salazar Solorio.
Una vez definida la nominación será fundamental la labor de cicatrización que deberán realizar las dirigencias nacionales de los tres partidos, con miras a evitar conflictos internos que puedan suscitarse entre los simpatizantes de cada uno de los prospectos. Hasta antes del anuncio de la posible nominación de Blanco Bravo por la coalición, muy pocas pugnas al interior se habían presentado en cada una de las organizaciones: MORENA, PT y PES, pero eso podría cambiar inmediatamente al sentirse despojados de algo con lo que ya contaban.
Con relación al trabajo partidista vale la pena señalar que la dirigencia del Comité Ejecutivo Estatal de MORENA se echó a la hamaca, subordinaron sus actividades a las realizadas por los liderazgos municipales, captados de otros partidos políticos, de la zona metropolitana de Cuernavaca y del Sur de la entidad; muy poco se supo de las acciones concretas para la promoción de la participación del pueblo en la vida democrática y para hacer posible la llegada de sus partidarios al ejercicio del poder público.
Si bien MORENA Morelos puede tener un resultado favorable en la elección del julio próximo año esto dependerá completamente de cómo se acomoden las piezas previo al inicio de las campañas electorales. La elección del candidato tendría que sustentarse en el trabajo hecho por uno u otro, el simple conocimiento que tenga la población no es argumento suficiente para presentar a alguien como una opción a una elección en la cual abundará la guerra sucia y los contrastes de qué hicieron y qué dejaron de hacer desde sus posiciones.
Aunado a todo lo anterior MORENA Morelos deberá plantear propuestas electorales sólidas hacía la población; aunque es una organización de reciente creación en la entidad poco o nada se sabe de su plataforma política y el sentido que tienen sobre distintos temas coyunturales, todo el trabajo ha estado enfocado a la promoción de Andrés Manuel López Obrador, lo cual no es malo, pero se ha descuidado una parte fundamental que puede atraer votos o bien como ocurrió en la elección de 2015 dejarlo en una posición intrascendente en el escenario político estatal.
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