
Territorio, prevención, capacitación, tecnología: nueva auditoría
Elección 2018
Partido Acción Nacional (PAN) Morelos
A poco más de seis de meses de efectuarse la jornada en la que será electo el ciudadano que reemplazará al actual titular del Poder Ejecutivo Estatal, el escenario más adecuado para que el PAN Morelos se presente a la cotienda democrática como una opción competitiva es, postulando a un personaje que genere concensos en las filas locales y no alguien impuesto por la cúpula del Frente Ciudadano por México (FCM).
A la fecha, cuando menos tres militantes del blanquiazul han hecho patente su deseo de encabezar la candidatura a la gubernatura de Morelos. De acuerdo a distintos estudios demoscópicos el más aventajado es el vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; la segunda posición la ocupa quien funge como coordinador del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en el Congreso local y quien cierra la tercia coordina la estrategia digital del Comité Ejecutivo Nacional.
Con relación a otros partidos políticos, el abanico de aspirantes a la postulación de Acción Nacional es limitado, pero en esa escases se puede encontrar una de las mayores debilidades de los blaquiazules: la pugna interna de los grupos que representan, por una parte, a la extrema derecha (Organización Nacional “El Yunque”) y por la otra, a los integrantes que se han ido adhiriendo a la nueva dirigencia estatal.
A propósito del Comité Directivo Estatal habría que decir que, con el desempeño mostrado al día de hoy, poco podrá abonar a la causa electoral de la organización. La dirigencia inició bien, realizó trabajo con la militancia y los simpatizantes, pero con el paso de los meses el ritmo descendió al punto que se desconoce qué tipo de labores o actividades realizan para hacer posible el acceso de sus agremiados al ejercicio del poder público local.
Así como ocurre con otros partidos políticos en Morelos, el PAN no cuenta con un líder moral que guíe e influya con sus conocimientos y experiencia en determinados momentos. Dos personajes pudieron ocupar esa posición, pero ambos ex mandatarios estatales decidieron dejar a su suerte al Partido; uno actualmente busca ser candidato a presidente municipal por un instituto político distinto, el segundo se acuarteló desde hace algún tiempo en el Comité Ejecutivo Nacional.
Referente a la estructura del PAN en municipios habría que decir que son muy pocos los militantes que se mantienen realizando trabajo partidista en las 32 jurisdicciones de la entidad. En otros tiempos desde los Comités Municipales se realizaban cursos, foros y talleres para mantener capacitados a los miembros con base a contenidos y materiales proporcionados por una fundación seria como lo es la Rafael Preciado H.
A todo lo anteriormente expuesto habría que sumarle el resentimiento de una sociedad mexicana y morelense que tiene presente que aquella promesa del “cambió”, en el ejercicio de gobierno, se diluyó rápidamente en los albores del Siglo XXI. Los excesos cometidos por la clase dorada azul impidieron concretar aquel ideal que pregonó Manuel Gómez Morín en 1939 “…el de luchar por una verdadera transformación de México”.
Ante el presente panorama, valdría la pena señalar que no todo está perdido para el PAN Morelos de cara al compromiso electoral estatal de 2018. En la elección de 2015 esta organización política obtuvo el triunfo en dos distritos locales ubicados la capital; así mismo se alzaron con tres presidencias municipales, dos situadas en una zona de influencia de la región Oriente de la entidad y una más en el Surponiente.
Lo más importante para el PAN Morelos es definir a la brevedad a su candidato, ya que una vez acomodada esa pieza en el tablero de ajadrez, quienes militan y simpatizan con el blaquiazul pueden hacer un trabajo interesante de ingeniería electoral desde Cuernavaca, Yecapixtla y Coatlán del Río, con miras a organizar y planear la promoción del voto en los municipios conurbados a la ciudada prinicipal del estado, a los Altos de Morelos y al Sur de la entidad, respectivamente.
Como seguramente se llevará a cabo en otros institutos políticos, el PAN estatal debe tener claro que el personaje que goce del mayor capital político, de popularidad y de reconocimiento entre sus afiliados debe ser el nominado a ocupar la candidtura a la primera magistratura local. Ocurrido lo anterior, la operación cicatriz debe realiarse en el menor tiempo posible, para que tengan el mínimo necesario y se construya un equipo de campaña robusto que acuerpe al candidato.
Sin lugar a dudas el mejor escenario para el PAN Morelos es no formar parte de una coalición con los partidos políticos que integran el Frente Ciudadano por México. Se ve realmente complicado que la ciudadanía morelense se crea aquella historia que el agua y el aceite son disolubles y que supuestamente puede más “una transformación profunda para Morelos” que defender los valores políticos que son diametralmente contrarios entre los azules y los amarillos.
La mesa está puesta para el PAN Morelos. Si algunos aspirantes a la nominación logran entender que hay candidturas suficientes y posibilidades reales de recuperar otros espacios, por ejemplo la presidencia municipal de Cuernavaca, la lucha interna quedará de lado se compactarán los grupos y se presentarán como una opción compettiva para ciertos municipios, distintos distritos locales y la joya de la corona, la gubernatura.
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