La importancia de una buena comunicación.
La sociedad Mexicana se ha convertido en un escenario complejo de entender; bombardeada a diario con mensajes de como esta la situación en el país en temas sensibles como lo son la seguridad, la economía y la seguridad social entre otros, sumado a ello, lo que ha predominado en la últimas semanas de las acciones que han emprendido los diferentes niveles de gobierno, empresarios y la sociedad organizada en diferentes regiones del país, afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre y de otros fenómenos climatológicos.
Los discursos de carácter político se han ido acentuando conforme dio inicio el proceso electoral para renovar el poder ejecutivo, el congreso de la unión, así como diversas gubernaturas, congresos locales y ayuntamientos, con programas de radio y televisión, columnas de diferentes periódicos, redes sociales, que serán los conductos para que diferentes organizaciones y actores políticos hagan todo tipo de llamados a los ciudadanos, unos con propuestas otros con descalificaciones, incluso de poner sobre la mesa acciones que un gobierno pueda realizar que aunque puedan parecer inviables, llamen poderosamente la atención de los ciudadanos, así se ha pronosticado que aparecerá o quizá ya apareció la guerra sucia, las descalificaciones, los escándalos, incluso el debate sobre las drogas, el aborto, las infidelidades, el divorcio y todo aquello que pueda en algunos casos generar conciencia o polémica, hasta buscar el conflicto.
La agresividad de distintos actores sociales será un recurso fácilmente utilizado, tocar el sentimentalismo, despertar emociones, ganar la opinión pública de los ciudadanos y su simpatía será un terreno en el que todos buscarán abonar de distintas formas apegados a lo políticamente correcto o bien generar pautas de lo que muchos ciudadanos esperan y quieren oír, para generar un acercamiento.
El riesgo de no contemplar como compromiso de todos el interés ciudadano, sí con pasión, sí tomando partido, pero evitando dividir a la sociedad en claroscuros y en el peor de los casos, derivado de estas confrontaciones y descalificaciones que pudieran darse, alejar a importantes sectores sociales de su participación al no sentirse incorporados en lo que se proponen, o bien llevarlos al hartazgo derivado de confrontaciones estériles que se puedan dar.
Finalmente el reto en la renovación de nuestras instituciones democráticas, como es el caso del cambio en el poder ejecutivo federal, es lograr construir un proyecto que este legitimado por una amplia participación de los ciudadanos por la manera de que se conduce, o de lo contrario provocar que los ciudadanos nos bloqueen de sus redes sociales, apaguen sus televisiones, radios y dejen de interesarle las columnas políticas ante la falta de propuestas y que esto se convierta en un escenario de indiferencia.
El reto para partidos políticos y de los aspirantes a participar pertenecientes a alguna organización política o independientes, es contar con el lenguaje indicado para lograr una buena comunicación, que sea comprensible, para sumarlos a su causa y apoyen sus propuestas. Los ciudadanos cada vez mejor informados reconocen en ciertos sectores sociales cuando el comportamiento de los actores políticos reflejan confianza; romper paradigmas seguirá siendo una posibilidad de cómo incorporar y ganar la simpatía ciudadana.
Debemos estar preparados para que en el transcurso de las próximas semanas conozcamos discursos con diferentes expresiones, desde los más vertebrados y coherentes hasta los irracionales; así como expresiones de quienes, como en la vieja escuela se decía o en la Alemania Nazi se practicaba, repitamos un hecho o un incidente cierto o no cientos de veces, porque al final algo queda de lo que se dijo, ya sea positivo o negativo.
Finalmente durante los próximos meses el tema recurrente será el político y como se ve desde diferentes trincheras ciudadanas, una tarea colectiva será abonar y exigir el buscar la parte generosa de la buena política, construyendo colectivos ciudadanos que sean capaces de provocar un diálogo constructivo, un debate serio, donde se respeten las distintas expresiones y puntos de vista, una sociedad que aspire que las convocatorias de las reivindicaciones sociales sean viables y necesarias. Que las organizaciones y actores políticos que desean alcanzar el poder lo hagan con apego a la ley, haciendo política dentro de un marco ético, tolerante, respetando a los que no comulguen con las ideas de otros.
Estemos listos para que en taquerías, restaurantes, fondas, espacios deportivos, cafeterías, dentro del transporte público, hospitales, escuelas, en fin, en los distintos centros de reunión, se vaya construyendo y acentuando la motivación de los ciudadanos para participar y apoyar lo que es posible y viable.
José Antonio Meade ya inicio, ha propuesto fortalecer la prosperidad de la familias, el tejido social, convocó a los jóvenes a aportar su energía y creatividad, se comprometió a conducirse con rectitud, a combatir la corrupción, convocó a apostarle a la experiencia, al conocimiento, a la preparación, a las instituciones y a la aplicación de la ley, rechazando las ocurrencias, los caprichos, la improvisación y las profecías, creer en el hambre de servicio y no en el hambre de poder.