
Gestión de desastres naturales
Afortunadamente durante el sismo del 19 septiembre, nada le pasó a la imponente construcción del Museo Morelense de Arte Contemporáneo, por lo que pudieron continuarse los trabajos de manera que la obra está a poco de terminarse.
Desde el paso por la avenida López Mateos, se abre a los ojos del paseante la construcción que se eleva desde un profundo sótano al que llegará el legado de ese gran artista plástico que fue Juan Soriano, quien amaba a Cuernavaca y solía pasar largas temporadas aquí, como lo han hecho y hacen muchos artistas nacionales y extranjeros. Ese sótano que conforma la parte baja de la construcción, albergará además, obras de otros artistas; ahí mismo se abrirá un espacio teatral con camerinos; y también habrá bodegas; y el estacionamiento para los visitantes.
En ese espacio del monumental museo llegará el legado artístico de Soriano para pasar a los salones de exhibición con muros especialmente construidos para albergar exposiciones con el debido trato que debe tener la obra plástica. Amplios espacios tanto en el exterior como en el interior, salones con luz apropiada, el altísimo techo de vidrio con características adecuadas para impedir filtraciones de rayos ultravioleta que podrían dañar las pinturas. Una enorme escalera de caracol cubierta de mármol blanco, que parece suspendida desde lo alto como un adorno en espiral… Toda una maravilla de construcción adecuada a este nuevo espacio que lleva el nombre de Museo Morelense de Arte Contemporáneo que de seguro, atraerá a morelenses y turistas.
Un espacio en el que la moderna construcción respetó la naturaleza exuberante del lugar para que el paisaje se integrara al Museo que en muy poco tiempo estará listo para exhibir la obra que legó al pueblo ese gran artista mexicano y no sólo, sino las que le obsequiaron muchos de sus amigos artistas como Francisco Zúñiga, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Javier Marín y el recientemente fallecido José Luis Cuevas.
Un centro cultural que no sólo podrá utilizarse para exposiciones, sino que ofrecerá espacios para múltiples usos, como los talleres de pintura, grabado, escultura que se darán a niños y jóvenes; la librería que se contempla estará en el interior del Centro Cultural que es un centro arquitectónico digno de admiración por sus líneas y bien logrado trazo que da la impresión de haber surgido espontáneo entre la maravillosa naturaleza que lo rodea. Por lo pronto en esos jardines se dispondrá buena parte del centenar de esculturas de Juan Soriano, ese hombre maravilloso y generoso que regresaba de París donde normalmente vivía y pintaba y hacía obra, a su “querido México”. Pronto, muy pronto habrá de inaugurarse para beneplácito de los morelenses y turistas.