Opinión/Leopoldo Sánchez

A unos días de las elecciones para gobernadores en los estados de México, Nayarit y  Coahuila, además de doscientos doce municipios del estado de Veracruz donde la confrontación se ha trastocado personal entre el gobernador  Yunes y el Sr. López, entre el PAN y Morena –El PRI se encuentra muy disminuido gracias a Javier Duarte -, las campañas, sucias, salpicadas con todo tipo de acusaciones, denuncias airadas de compra de votos través de toda clase de donativos – computadoras, materiales de construcción, tarjetas de débito, pagos en efectivo, transporte gratuito, etc., etc,-  se antojan de pronóstico incierto, particularmente en el EDOMEX.

En el caso de Coahuila la situación favorece a  Guilllermo Anaya del PAN, seguido muy de cerca por Miguel Angel Riquelme del PRI, en tanto que Armando Guadiana de MORENA aparece en el tercer lugar de las preferencias, mientras la Sra. Mary Telma Guajardo del PRD – cercana al ex gobernador Humberto Moreira – y los candidatos independientes: el ex priísta  Javier guerrero,  el ex alcalde de Torreón José Ángel Pérez  y el empresario Luis Horacio Salinas, se mantienen con pocas o nulas posibilidades de ganar. De manera que en Coahuila, la tierra de los Moreira, es altamente  probable que  se dé la alternancia a favor del PAN.

En Nayarit, Antonio Echavarría García del PAN-PRD hasta ahora repunta en las preferencias del electorado, seguido por Manuel H. Cota ex dirigente de la CNC del PRI e Hilario Ramírez Valenzuela “Layín” el que “robó poquito”  candidato independiente quien, se estima, dividirá el voto en perjuicio del priísta y a quien se señala como protegido del ahora ex Fiscal Edgar Veytia Cambero, el cual – recordemos – para “sorpresa” del   gobernador Roberto Sandoval Castañeda del PRI, fue detenido al cruzar la frontera de México con San Diego y hoy se encuentra bajo proceso en Nueva York, acusado de tráfico de drogas en ese país. Circunstancia que, desde luego, afecta al candidato del PRI y favorece a los panistas.

Miguel Angel Navarro de MORENA, Javier Zapata de Encuentro Social y el ex alcalde priísta Raúl J. Mejía  también figuran entre los aspirantes al gobierno de esa entidad aunque con menores niveles de aceptación.

Así pues, contra lo declarado recientemente por Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, quien aseguró, vehemente, que su partido ganará “tres de tres” gubernaturas en juego, es poco probable que esto suceda, al menos en los estados de Coahuila y Nayarit. El caso del EDOMEX es más incierto. Veamos.

En primer término tenemos al Sr. Del Mazo, primo del presidente Peña Nieto, parentesco incómodo que no deja de afectarle y quien, al amparo del enorme apoyo material y político del Sistema- léase PRI Gobierno – ha hecho una intensa campaña, sobre todo mediática, manejado propuestas, algunas serias, otras no tanto y mostrado conocimiento de la problemática local, todo lo cual, en especial el apoyo del gobierno, redunda en su favor por lo que aparece encabezando apretadamente las preferencias del electorado en el EDOMEX.

Enseguida tenemos  al candidato del PRD Juan Zepeda, que le ha puesto el cascabel al gato – ¿Verdad Sr. López? – y ha surgido como un líder con carisma y mensaje, con redaños y discurso, lo que, contra todos los pronósticos, le coloca al menos en el tercer puesto de las preferencias, con posibilidades, no de ganar, sino de mejorar todavía más sus resultados, lo que le permitiría llegar al Senado de la República.

En cuanto a la panista, la Sra.  Josefina Vázquez Mota, mujer inteligente y tesonera, al igual que cuando su fallida candidatura a la presidencia de la República, ha venido de más a menos; se ha desdibujado, se le percibe angustiada. Su mensaje, repetitivo y falto de propuestas que vayan más allá de la denuncia, no despierta la atención,  resulta ajeno al interés de los mexiquenses, lo que la ubica en el cuarto lugar de las preferencias.

Por su parte, Delfina Gómez se ha visto tímida, limitada en sus planteamientos – se contenta con repetir la jerigonza del Sr. López – insegura ante sus contrincantes y los medios, seguramente afectada por la delación del “diezmo” presupuestal y las hazañas “huachicoleras”  de la policía a su mando cuando gobernaba Texcoco.

No obstante, la Maestra se mantiene como puntera, si bien los patinazos y excesos verbales de su jefe y mentor el Sr López,- como el ultimátum a los partidos de izquierda (?) para que claudiquen en su favor y las proezas recaudatorias de sus allegados como la diputada Cadena, sin olvidar las realizadas en su tiempo por René Bejarano y Carlos Imaz – no dejan de afectarle; de ahí que no haya ascendido todavía más – dicen las encuestas- en las preferencias de los mexiquenses, lo que no excluye la posibilidad – ojo- de que en un cierre disputado, la señora gane la elección, más aun cuando Oscar González candidato del PT, Isidro Pastor ex líder estatal del PRI, y algunos dirigentes perredistas de Toluca, así como del magisterio han declinado en su favor – la “cargada” pues -, lo que puede significar un aporte nada despreciable de votos que pudieran incidir en el resultado.

Eso es precisamente lo que va a va a ocurrir en el EDOMEX: un cierre disputado entre Del Mazo Y Delfina Gómez que habrá de resolverse ante los tribunales electorales, pues, evidentemente, ni el PRI Gobierno, ni el Sr. López, quien ni tardo ni perezoso, acusará indignado el “Compló de la Mafia en el poder”, estarán dispuestos a aceptar un resultado que no les favorezca, a menos que la diferencia para el ganador(a) sea inobjetable.

Y será de esta manera porque lo que está en disputa no es solamente “La joya de la Corona” como se ha dado en llamar al Gobierno del EDOMEX, que ya es bastante, sino las elecciones del 2018. Se trata nada más y nada menos que de la sucesión presidencial, el mantenerse en el poder o permitir la alternancia a favor de la oposición.

De cualquier manera, no descartemos nuevas defecciones como pudiera ocurrir con la Sra. Teresa Castell, candidata independiente o, incluso  si el PRD y el PAN a última hora resolvieran una alianza de facto a favor de un candidato(a) común, lo que sería preocupante para el Sr. Del Mazo y la maestra Delfina, pero eso difícilmente va a ocurrir.

Finalmente, sean cuales fueren los resultados en los que se expresará en forma determinante el  enojo, la inconformidad de grandes sectores de la población con el Sistema, las decisiones que  pudieran tomar los tribunales electorales, habrán de respetarse, pues si bien no se presentan indicios de violencia como no sean las agresiones verbales, los exabruptos del Sr. López y sus allegados, lo deseable es que estas elecciones se realicen en un clima de responsabilidad, respeto y civilidad, pues no es solamente el poder lo que está en juego, también la está la gobernabilidad, la tranquilidad y la paz social del país. Todo parece indicar que así será, afortunadamente, y que la violencia, la inseguridad que campean a lo largo y ancho del territorio nacional, no repercutirán  en estas elecciones. No todavía.