
Gestión de desastres naturales
Trump ya construyó el muro entre los mexicanos.
No importa que hayan nacido en Estados Unidos son latinos, pero ellos no lo consideran así y se ven amenazados por los paisanos indocumentados en busca de oportunidades.
Ellos, los de los estados sureños de la gran potencia ya formaron un muro que los divide de sus hermanos de raza.
Despertar todavía mareados por los resultados electorales de Estados Unidos no puede dejar de lado cómo se va a ordenar ahora el mundo, y en el caso específico de México la estrategia para reunificar a las familias migrantes, pregunta para el presidente de México, los gobernadores y los presidentes municipales ¿cuál será?
Seguramente no habrá un día X donde los millones de indocumentados sean subidos a camiones y regresados por el gobierno gringo, pero se percibe un hostigamiento cotidiano entre los latinos que harán que muchos se regresen, muchos que han ido a buscar otras oportunidades, en la mayoría de los casos porque nuestros gobiernos no dan las condiciones que los ciudadanos requieren para una vida digna.
Los migrantes indocumentados existen, sostienen economías, pero no son reconocidos ni apoyados, por supuesto por ninguno de los dos gobiernos, pero peor aún, en Estados Unidos no los quieren los mismos paisanos y en México ya no tienen lugar en sus familias si no traen remesas.
Ni los ciudadanos ni los gobiernos podemos “hacernos de la vista gorda” con 11 millones de mexicanos en el limbo, sería momento para empezar a exigir un nuevo cambio en los políticos mexicanos y en la misma ciudadanía, hay que dar respuestas.
Las revoluciones son diferentes ahora, los mismos estadunidenses no supieron leer los mensajes del proceso del Brexit en el Reino Unido o de Colombia con el “no”, supusieron que todo seguía igual y para nuestros políticos mexicanos, como decía mi papá: cuando veas a tu vecino rasurar, echa tus barbas a remojar.
¿Qué le espera a México y a los mexicanos?
No sabemos los resultados de estas nuevas estructuras sociales, eso da miedo, pero debe servir para afinar las antenas y estar listos para lo que se avecina, mejor aún tratar de aprovechar lo positivo que salga de esto.
Ya viene el 18, ¿qué sorpresas traerá cuando lo políticamente correcto ya no cabe?