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CIUDAD DE MÉXICO., 5 de septiembre de 2016.- Me queda claro, que la tenacidad de Isabel Ortega Márquez, mujer comprometida con la promoción de las artes escénicas del mundo en espera del potente y extraordinario festival de teatro a desarrollarse en Sao Paulo Brasil y donde México nos representa con la Universidad Veracruzana.
Del 5 al 15 de septiembre se llevará a cabo la segunda emisión del Festival MIRADA – Festival Iberoamericano de Artes Escénicas de Santos, Brasil, en el que México es invitado de honor. En este magno evento se celebra el panorama contemporáneo de países iberoamericanos; el consejo directivo del festival MIRADA está integrado por Danilo Santos de Miranda, director del SESC Sao Paulo; Isabel Ortega, gestora cultural; Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor de Bogotá, Colombia.
La cuarta edición de MIRADA Festival iberoamericano de artes escénicos de Santos reúne innovación, estética y pensamiento crítico.
Más de 40 espectáculos forman parte de la programación de esta nueva edición del evento. De estos, 28 son internacionales. España es el país homenajeado y trae producciones inéditas a Brasil.
Los trabajos que correlacionan el pensamiento crítico con la búsqueda permanente de la innovación en temas, técnicas y formas de abordar el arte constituyen el alma de la cuarta edición de MIRADA Festival iberoamericano de artes escénicas de Santos, evento bienal realizado por el Sesc que se llevará a cabo entre el 8 y 18 de septiembre de 2016, en la ciudad de Santos y otras cuatro ciudades del litoral de São Paulo.
En esta nueva edición, el festival Mirada tiene en su programación 43 espectáculos de 10 países de Latinoamérica, Portugal y España. Es decir, 12 nacionalidades representadas por medio de obras, actuaciones, intervenciones urbanas y una instalación. Se trata de un panorama que potencia la capacidad del teatro y de la danza de reaccionar frente a las singularidades históricas, sociales, políticas y económicas, con la evidencia de la fuerza del arte, políticamente involucrada, sin que se pierdan la ambición y la pluralidad estética.
Las cuatro ediciones del festival contaron con curadores del consejo directivo del festival formado por del director del Departamento Regional del Sesc São Paulo, Danilo Santos de Miranda; la investigadora y educadora Isabel Ortega, brasileña radicada en España; el director artístico del Festival iberoamericano de teatro de Cádiz, Pepe Bablé.
Según Danilo Santos de Miranda “llegamos a la cuarta edición del festival con representantes de 12 países, teniendo a España como el país homenajeado, lo que permite reafirmar el carácter de integración entre los pueblos y las culturas de ese extenso territorio afectivo, como el objetivo central de la propuesta. Además, se mantiene el lugar privilegiado para el intercambio de conocimientos y diálogos multilaterales, lo que claramente incorpora las demandas supranacionales en las pautas discutidas en común”.
Reconocida en el circuito internacional por la consistencia de su producción contemporánea, España es el país homenajeado en 2016 y presenta ocho montajes, de los cuales la mayor parte son espectáculos inéditos en Brasil. La producción brasileña está representada por 15 obras invitadas de distintas regiones del país. Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Perú, Portugal y Uruguay presentan trabajos importantes de la escena contemporánea.
El público es estimulado con un viaje de 11 días a través de la programación que contempla temas indispensables de nuestra época, tales como familia, género, racismo, identidad, ciudadanía, espacio público, dictadura, justicia, terrorismo y refugiados. Esta variedad de temas está dirigida al público adulto e infantojuvenil, durante la temporada del festival, además de los espacios del Sesc Santos, otros edificios históricos de relevancia cultural y espacios no convencionales de la ciudad, tales como la sala Princesa Isabel, en el Palacio José Bonifácio, la Fortaleza da Barra – fortificación construida en la ciudad de Guarujá en 1584; y las casitas del barrio Paquetá, en la zona del puerto de Santos.
España le regala al festival Mirada montajes significativos. Desde Madrid, la catalana Angélica Liddell presenta la obra ¿Qué Haré yo con esta Espada?, cuyo estreno mundial reciente ha sido en julio, en el Festival de Avignon, en Francia. Reconocida por el radicalismo en el campo de la actuación, la artista contrapone el racionalismo de actos caníbales o terroristas con lo sagrado. Todavía desde Madrid, el argentino Rodrigo García, del colectivo La Carnicería Teatro, critica el triunfo del consumismo en las sociedades, en 4. Desde Barcelona, los directores Roger Bernat y Yan Duyvendak llevan al príncipe shakesperiano al banco de los imputados en Please Continue, Hamlet. Esta experiencia le otorga al espectador el papel de protagonista y convierte la sesión en una audiencia de tribunales. En la intervención urbana Fugit, la Compañía Kamchàtka, de Cataluña propone un recorrido itinerante por las ruinas, terrenos abiertos y ambientes cerrados para cuestionar la situación de los refugiados en el mundo.
La noción de repertorio es otro eje del Festival. Ganadora del León de Plata en la Bienal de Venecia de 2015, por el carácter innovador de sus montajes, la también española, Agrupación Señor Serrano presentará dos obras: Birdie, que discute el fenómeno de la mirada, y Brickman Brando Bubble Boom, una reflexión a partir de la especulación inmobiliaria en el país y diseminada a otras arterias del capitalismo global. Andante muestra la investigación estética en el recorrido de la compañía Makeliñe, fundada en 1987, en Bilbao, País Vasco, y Libertino, de Marcos Vargas & Chloé Brûlé, espectáculo de flamenco sintetizado en música y danza de raíces gitanas de Andalucía, acompañado por palmas, zapateo y guitarra.
Portugal participa con la presentación tres trabajos. La pareja de Ana Borralho e João Galante presentan dos de sus obras: Untitled, still life, una exposición de artificialidades o ilusiones de cómo las imágenes avanzan sobre las historias, a través del tiempo, y World of interiors, en la que el espectador es invitado a concentrarse en la escucha y sus múltiples sentidos. Zululuzu, del Teatro Praga, relee la historiografía de Fernando Pessoa y hace un homenaje al escritor y a Sudáfrica.
Mezclando dimensiones nativas e indispensables, la Trilogía Boliviana, del colectivo Kiknteatr y del director y dramaturgo Diego Aramburo, delinea tres obras independientes con el intento de transmitir una percepción cruda, actual y menos romántica de Bolivia, en donde cerca del 70% de la población es de origen indígena y con la cual Brasil compone la mayor parte de la frontera.
Y para circunscribir la Cordillera de los Andes en Sudamérica, figuran dos países más, cuyas teatralidades son poco conocidas en Brasil: Ecuador (Barrio Caleidoscopio, del Teatro de la Vuelta) y Perú (Cruzar la Calle, de Daniel Amaru Silva) Otra emblemática presencia viene de la región del Mar del Caribe, la isla de Cuba, con Antigonón, un Contingente Épico, una profunda reflexión sobre el país y su gente en la perspectiva del Teatro El Público, que reúne artistas de distintas generaciones en sus 24 años de calle.
Con presencias más frecuentes, Chile, Argentina y Uruguay envían creadores de punta. Entre ellos, la reconocida Compañía Teatrocinema, de Santiago, con La Contadora de Películas, cuya narrativa está ambientada en el desierto de Atacama, fusiona al actor y la imagen audiovisual. Desde Montevideo, la Compañía de Artes Escénicas Contemporáneas Complot, de las más provechosas, presenta La Ira de Narciso, texto y dirección del franco-uruguayo Sergio Blanco, que maneja la autoficción, interponiendo contenidos vividos e inventados. Y desde Buenos Aires, la compañía Timbre 4, la misma del fenómeno La Omisión de la Familia Coleman (2005), presenta Dínamo, espectáculo en el cual tres mujeres comparten una casilla rodante perdida en una carretera cualquiera, exponiendo cómo tal soledad y alejamiento pueden generar nuevas energías a la vida.
Desde México llega Psico/Embutidos, Carnicería Escénica, de la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana. El espectáculo ocupará el área de convivencia de la unidad del Sesc Santos, funcionando no solo en los horario de las sesiones, sino también como una instalación abierta a la visita del público: un funcionamiento escenográfico de grandes dimensiones que simula el funcionamiento del aparato digestivo humano en una auténtica experiencia sensorial. Del mismo país viene Cuando todos Pensaban que habíamos Desaparecido – Gastronomiaescénica, de Vaca 35 Teatro en Grupo. El subtítulo indica el trabajo no convencional e inusitado del grupo al poner en escena la tradición mejicana de homenaje a los muertos, expresada en las casas decoradas y en la preparación de los platos preferidos de aquellos que ya no están físicamente entre ellos.
La selección de los 15 espectáculos brasileños involucra ocho unidades federativas e incluye dos de las más esperadas obras de este semestre: Leite Derramado, adaptación escénica del premiado romance homónimo de Chico Buarque, producida por el director y dramaturgo Roberto Alvim, de la Cia. Club Noir (SP), que propone una visión panorámica sobre los siglos de la historia de Brasil, a través del narrador personaje de cien años, ahora arruinado, y A Comédia Latino-Americana, segunda parte del díptico idealizado y guionado por Felipe Hirsch junto con el colectivo Ultralíricos (SP – RJ), así como también A Tragédia Latino-Americana, el nuevo trabajo estructurado por algunos trechos de obras de la literatura de la región.