
Presidencia de la Corte, para quien obtenga mayoría de voto: Taddei
MÉXICO, DF, 13 de marzo de 2015.- El 13 de marzo de 1325, según el consenso al que han llegado la mayoría de los especialistas, una tribu proveniente del noroeste del país arribó al Valle de México, después de una peregrinación, en busca de cumplir una promesa: fundar una nueva ciudad en el lugar donde hallaran un águila posada sobre un nopal, devorando una serpiente.
Así nació Tenochtitlan, en un islote al centro de un inmenso lago, en un valle rodeado de montañas. Pero además así inició una nación, pues el gran imperio que construyeron los ahora llamados mexicas controló el centro y sur del país y la imagen buscada, terminó por convertirse en un símbolo de identidad para los mexicanos, que trascendió el tiempo y ha sido inmortalizado en el Escudo Nacional.
Después de la Conquista de México-Tenochtitlán, algunos frailes tuvieron interés en conocer la historia antigua de la ciudad. Gracias a esta curiosidad se dispone de documentos que permiten acercarse a los relatos de los indígenas, publica Quadratín México.
Algunos de estos documentos, más tardíos, fueron elaborados directamente por los descendientes de la nobleza indígena. Todas estas fuentes indican que los mexicas eran originarios de Aztlán, sitio sobre el que se debate su ubicación precisa y su existencia real. De acuerdo con la Crónica Mexicáyotl, en Aztlán los futuros mexicas eran esclavos de los aztecas y llevaban este nombre.
Cuando Huitzilopochtli manifestó a su pueblo el imperativo de que marcharan hacia nuevas tierras, también les ordenó que dejaran de llamarse aztecas porque a partir de ese momento serían todos mexicas.
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