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Habilitarán 46 sedes en Morelos con el biológico Abdala vs Covid 19
MÉXICO, DF, 28 de septiembre de 2014.- Dentro de los trajes protectores de ocho piezas utilizados por los médicos en el frente del brote de Ébola, la temperatura alcanza los 46 grados Celsius. Uno de los momentos más peligrosos del trabajo es, no obstante, completar los 12 pasos que requiere quitarse el traje, tarea que puede llevar 30 minutos.
En un campo en barbecho detrás de un depósito logístico en Bruselas, Médicos Sin Fronteras dirige un campo de adiestramiento para personal médico que irá a los puntos neurálgicos del Ébola en África Occidental. Después de una jornada entera de instrucción en el aula sobre todos los temas, desde la preparación de soluciones de cloro hasta cómo enterrar sin riesgo a los muertos, 12 participantes se reúnen en una carpa que simula un centro de tratamiento de emergencia.
Están aquí para aprender que si usan anteojos, necesitan un spray para evitar que se empañen con una humedad de 90 por ciento. No puede quedar expuesto ni un centímetro de piel, y la capucha protectora debe cubrir las cejas. Deben respirar y moverse lentamente para poder lidiar con el calor sofocante. Se les aconseja llevar montones de medias de más ya que se empapan con el sudor, y las medias húmedas pueden provocar ampollas.
“Los primeros 15 minutos simplemente tuve calor”, dijo Douglas Lyon, médico y epidemiólogo de Portland, Oregón, que se dirige a Sierra Leona. “Después, tenía calor y me dolía terriblemente la cabeza. Cada inhalación era una mezcla de una pizca de alivio fresco y una sensación de ahogo. El aliento que espiraba era caliente, caluroso y húmedo como el resto del cuerpo”.
Con información de EL FINANCIERO