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CUERNAVACA, Mor., 18 de septiembre de 2014.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Morelos (CDHM), acreditó que “la tortura y los tratos crueles e inhumanos” son prácticas recurrentes en el combate anticrimen de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), particularmente entre los integrantes y mandos del Mando Único policiaco.
Al confirmar la emisión de su recomendación 298/2014-6 para el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreú, el órgano defensor de los derechos humanos, presentó el caso de cuatro hombres,entre ellos un menor de edad, que fueron vejados, torturados, quemados y todavía son amenazados vía telefónica por elementos policiacos del municipio de Jiutepec adscritos a la CES.
Osmany Lecona, visitador de la CDHM informó que el órgano que representa comprobó que la corporación de dichas prácticas que laceran la dignidad humana y violan la ley, forman parte de los métodos de trabajo de los elementos y jefes policíacos, pues así lo demuestra este caso y las más de 400 quejas, alrededor de siete u ocho por semana, de abuso policiaco presentadas ante el órgano civil de las cuales 148 están en proceso de integración.
La recomendación para terminar con la tortura y la crueldad policiaca hecha pública este jueves y notificada ya a las autoridades estatales, se fortaleció con el caso de la detención arbitraria de cuatro hombres, vecinos de la colonia del municipio de Jiutepec, a quienes la policía estatal vulneró y lastimó para que se auto señalaran como sicarios de los grupos responsables del trasiego de droga en la zona, refirió el visitador.
Por su parte, Alberto Capella Ibarra, reconoció conocer del caso al tiempo que negó que la tortura sea una práctica recurrente en la corporación que encabeza, aunque destacó que hay casos, como esté, que puede ser ciertos, de tal manera que anunció que habrá una investigación para castigar a los responsables.
El pasado 17 de abril, los Fermín, Pablo, Luis, Alvin, Arturo y un menor de edad, fueron asegurados en la colonia Constitución, cuando bebían alcohol. Según el testimonio de los cuatro más afectados, dos de ellos, afectados con quemaduras de segundo y tercer grado, fueron llevados encapuchados a las instalaciones de la CES en el municipio de Xochitepec, donde fueron torturados con golpes, toques eléctricos, ahogamientos , y otras agresiones, además de la presunta siembra de una pistola.
Incluso, al menor de edad le dijeron que un policía lo violaría sino se auto señalaba como miembro de un cartel o no decía quien era el jefe de la célula de supuestos sicarios.
De acuerdo con la versión de los afectados, cuando fueron detenidos y subidos a una de las camionetas de la policía acostados sobre la batea de una camioneta, varios policías se les sentaron encima para que no se levantaran pese a que el piso de la misma ardía porque el escape de la camioneta se encontraba roto.
“Y ahí empezó todo”, dijo Fermín de oficio albañil, quien destacó que pese a las solicitudes para que les dejaran incorporarse porque sus cúneos se venían quemando, los policías les dijeron que sí seguía hablando, los iban a asesinar. En su testimonio, Luis quien es obrero en una empresa del municipio, aseguró que fueron en las instalaciones estatales en donde recibieron el mayor número de golpes: “A mi me pegaban en la cabeza, se ponían unos trapos gruesos y luego me pegaban; también nos metían la cabeza en unos bidones de agua, para ahogarnos, y luego nos ponían toques eléctricos en el pecho”.
Según los afectados, en las mismas instalaciones de la CES, los policías tienen montada una área de tortura,”donde hasta perreras (jaulas) hay… “, indicó Pedro, quien se dijo asesor de ventas en una concesionaria automotriz. Destacó que luego haber sido golpeado, fue llevado a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), donde tuvo que pagar una fianza de casi 9 mil pesos para salir en libertad, pues la policía estatal le había sembrado la pistola.
Pese a la intervención inicial de la CDHM, la CES no emitió ningún informe, sino hasta 100 días después, tras varias solicitudes por parte del órgano defensor de los derechos humanos. Cuando el informe de autoridad llegó, la policía aseguró que los hombres golpeados y vejados ya habían sido encontrados en esas condiciones, incluyendo los dos hombres que presentaron quemaduras de segundo y tercer grado y que ameritaron hospitalización.
La recomendación enviada a Graco Ramírez, pondera la necesidad de que gire instrucciones “para que estas prácticas terminen, que ponga en marcha políticas públicas en materia de prevención de la tortura, tratos crueles e inhumanos, enfocadas al personal policiaco y administrativo que labora ella CES”.
Pide, a su vez, al titular de la CES, Alberto Capella Ibarra, que inicie proceso administrativo contra los policías responsables, y haga público su compromiso de “la no reiteración de los actos que violenten la integridad física de las personas detenidas”.