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MONTERREY, Méx, 12 de septiembre del 2014.- Alguien que puede comprobar que Nueva York nunca duerme es Jesús Eduardo Campos, un mexicano que desde hace ocho días acampa afuera de la tienda Apple de la Quinta Avenida para ser de los primeros en adquirir el iPhone 6 plus, que recién anunció la compañía, publica el periódico REFORMA.
“Nuestro día empieza a las 5:30 porque llegan a limpiar la banqueta”, cuenta el joven de 26 años que en 2011 emigró a Hong Kong, donde trabaja como encargado de mercadotecnia en línea para Ravpower, fabricante de cargadores de pilas de celular.
“En promedio, en los últimos días hemos dormido cuatro horas a lo mucho. La tienda está abierta las 24 horas y hay gente que llega y llega y llega todo el día a todas horas”.
Desde que comenzó a hacer fila la medianoche del 4 de septiembre, cinco días antes de que Apple anunciara sus iPhones y su nuevo reloj inteligente, Jesús Eduardo, junto con una decena de personas formadas, prácticamente se ha convertido en un atractivo de la Gran Manzana.
Peatones, turistas y medios de comunicación se acercan para tomarse fotos con ellos o entrevistarlos y conocer cómo un gadget puede animar a un grupo de personas a pasar tantos días a la intemperie.
Pero esto también los vuelve blanco de críticas, dice el joven egresado de Comunicación Social de la U-ERRE.
“Nos dicen que no estamos ni trabajando ni estudiando, que estamos de flojos esperando el teléfono, pero la verdad es que realmente sí estamos trabajando”, cuenta Jesús Eduardo vía celular desde su quinto sitio en la fila, sólo detrás de cuatro estadounidenses.
El comunicólogo convenció a sus jefes para enviarlo a esta misión, no precisamente en busca del nuevo modelo de un teléfono inteligente, sino del posicionamiento de su marca, aprovechando un evento de expectativa mundial.
Ravpower les paga esta aventura en Manhattan a él y a su compañero de trabajo, Jonah Wong, el sexto de la fila, como una inversión que ésta y otras empresas han visto para posicionar su nombre.
“Los primeros dos sitios son un matrimonio que viene de Mississippi”, cuenta, “ellos representan a una empresa que conecta a doctores reconocidos con gente en países en desarrollo sin dinero para pagar una consulta”.
“La empresa se llama Biomedicine. Es una aplicación gratuita y vienen a promoverla. Es por una buena causa. El tercero son dos primos que cada año que hay un lanzamiento hay empresas que les pagan para que se pongan sus marcas”.