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Presenta Luz Dary Quevedo Copa Naranja de fútbol femenil
Desde muy temprana hora, miles de aficionados se dieron cita en las calles aledañas al ingenio Emiliano Zapata del municipio de la región sur del Estado de Morelos. No era para menos: después de veintinueve años, uno de los grandes del futbol mexicano, las Chivas del Guadalajara, regresaba al histórico Agustín ‘Coruco’ Díaz para enfrentar al gigante morelense glorioso de los años 50’s.
Puesto de playeras, comida, ‘recuerditos’ y souvenirs de todo tipo fueron instalados en las inmediaciones del estadio que costó más de 500 millones de pesos y que tuvo que esperar 17 meses para verse culminado y, a pesar de sus deficiencias -como los lugares de estacionamiento y la organización misma del staff de la casa cañera- finalmente recibió la patada inaugural.
El encargado del protocolo de reapertura fue el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, acompañado de los presidentes de la Liga MX y la Federación Mexicana de fútbol, Decio de María y Justino Compean -respectivamente- así como los invitados de honor, Jorge Vergara, dueño y presidente del Club Guadalajara; y Guillermo Lavares y Agustín Manzo, miembros de la cooperativa Cruz Azul. Posteriormente, se entonó el Himno Nacional que, dicho sea de paso, exaltó a los asistentes.
Las primeras explosiones de júbilo se dieron cuando en el terreno de juego aparecieron jugadores históricos, como Juvenal Reyes, Fernando la “Cira” Dávila y Pedro “el paisano” Martínez, así como Argemiro Veiga, Pablo Larios, Rodolfo Sotelo y el inconfundible Alfredo “Harapos” Morales, quien incluso, en entrevista para una televisora, recordó cuando “nadie salía vivo de este infierno”. Recordaba bien.
El silbatazo inicial desató un cúmulo de emociones contenidas, como en aquellos años en que el mítico Zacatepec enfrentaba a sus rivales al medio día dominical, cuando el infierno de lo 35°C en el Coruco jugaban su partido, como si fueran las celebraciones de aquellos campeonatos a mediados de los 50’s, cuando un puñado de amigos ganaban a los pies del majestuoso chacuaco enclavado en la selva cañera.
La inauguración era el escenario perfecto para que el equipo verdiblanco se alzara con la victoria; sin embargo, una escuadra cañera a medio gas estrenaría el coso de Zacatepec con una derrota de 2 por 0 frente a las Chivas de Guadalajara en la llave 2 de la Copa Mx, en el partido de vuelta.
Desde los primeros minutos de encuentro, el conjunto morelense desperdició varias llegadas de peligro al marco tapatío, lo cual aprovechó el conjunto visitante, que marcó el primer gol al minuto 35 de juego, luego de un cobro de tiro de esquina que Kristian Álvarez rematara de chilena, para poner el 1-0 de ventaja para los jaliscienses. Este marcador no se modificó durante los minutos restantes.
Para el medio tiempo, un grupo de alrededor de 200 chinelos provenientes de Tepoztlán y Tlayacapan, acoplados en dos comparsas, rodearon la cancha del estadio para dar un espectáculo acompañados por juegos pirotécnicos así como la iluminación de colores del emblemático chacuaco del ingenio. Se exacerbó a la afición concurrente.
Pese a tener la presión de ir abajo en el marcador, los locales buscaban emparejar los cartones, pero no concretaban casi ninguna jugada.
Trascendían los minutos y el rebaño tomó confianza y control del partido, por lo que gracias a una jugada con el ‘Guamerucito’ y Aldo De Nigris, David Toledo reventaría el arco cañero al 47′ de tiempo corrido, para decretar el marcador final.
A pesar de la crisis y el problema que enfrenta de descenso en la Liga Mx, al Guadalajara le alcanzó para sacar el resultado del Coruco Díaz, que se estrena con una derrota local.
La expectativa no se cumplía. La fiesta era para un Guadajalara que tuvo en Zacatepec la válvula de escape a su crisis en el torneo de Liga.
Chivas sacaba los tres puntos del Coruco, llevándose la llave de esta eliminatoria al vencer 4 por 1 en el marcador global a unos cañeros que parecieran ir en caída libre, tanto en la Copa MX como en la Liga Ascenso, donde el tema del descenso se ha vuelto un verdugo torneo tras torneo, fecha tras fecha, partido tras partido.
Zacatepec no ganó ni dejó que la afición ganara; sin embargo, pareciera que quedó el júbilo de ver resurgir al coso de Zacatepec, ver renacer a aquel mítico Coruco que albergó los más gloriosos años cañeros, testigo de cinco descensos, cuatro ascensos, un regreso fugaz a la Primera División, dos títulos de Liga, dos de Copa y uno más de Supercopa, así como de la desesperada e interminable lucha por conservar la categoría… cueste las franquicias que cueste.
Lo bueno: El mítico coso de Zacatepec resurge de nuevo en el mapa futbolístico, albergando nuevamente los partidos locales del Zacatepec Siglo XXI.
Lo malo: Los morelenses siguen sin conocer el triunfo.
Lo feo: Zacatepec decepciona a la afición… otra vez. La expectativa para este juego inaugural deja un sabor amargo entre los fieles cañeros.