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TLALNEPANTLA, Mor., 4 de agosto del 2014.- Tras una serie de diálogos entre comuneros de tierras de este municipio y autoridades en materia de protección ambiental, quedó prohibido que con el apoyo de la Policía Federal y elementos del Ejército sean detenidos pobladores por supuesta tala ilegal de árboles sin antes dar aviso a la comunidad.
Álvaro Urreta Fernández, presidente del Comisariado de Bienes Comunales en esta localidad, detalló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) mantienen discusión con los pobladores para establecer nuevos esquemas de participación comunitaria.
En entrevista con Quadratín Morelos, recordó que hace al menos 4 meses fueron detenidos dos pobladores con un metro cúbico de madera, en ese entonces Profepa, acompañada del Ejército y elementos de la Policía Federal, detuvo a los comuneros por supuesta tala ilegal de árboles. Añadió que en este caso los detenidos llevaban consigo no más de un metro cúbico de madera, situación que fue considerada un abuso de autoridad.
Explicó que los campesinos, en ocasiones, tienen que talar madera para evitar incendios forestales. “Consideramos que esto fue algo grave, nos movilizamos a nivel nacional pues fue un claro ejemplo de abuso. No es posible que a los pobres los detengan cuando a los grandes taladores no les hacen nada”, precisó.
Por lo anterior, se estableció el diálogo con las autoridades donde participó también el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Atención Ciudadana que encabeza Marino Martínez Román. Se acordó que las mencionadas dependencias federales no pueden hacer detenciones sin antes informar a las autoridades de bienes comunales del municipio, y a la fecha “lo están respetando”, destacó Urreta.
Tlalnepantla forma parte del corredor ecológico Ajusco- Chichinautzin que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas lo describe como una área protección de flora y fauna decretada por tres razones fundamentales: la elevada permeabilidad lo que la convierte en una zona de recarga de acuíferos que se explotan en las principales zonas urbanas del estado, por la alta vulnerabilidad ya que representa el límite sur del Distrito Federal siendo una zona de amortiguamiento para el valle de Cuernavaca y por su alta concentración de elementos naturales.
El Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal (Coplademun), de la actual administración que encabeza Fausto Rubio Pillado confirma que la tala clandestina y deterioro de flora y fauna en la zona del corredor ecológico es de las problemáticas más arraigadas donde las estrategias planteadas fueron en el caso de la tala clandestina realizar recorridos de patillaje en coordinación con los comisariados ejidales, personal del Ejército mexicano (de la 24 zona militar de la ciudad de Cuernavaca), Profepa, Protección Civil del Estado y con la Conafor.
Con base en un estudio académico publicado por Francisco García, investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, no existen estudios que evalúen el impacto de esta práctica en la región, sin embargo, precisa que “resulta significativo que la propia Profepa considere que 4 de las 15 zonas del país que concentran el 60 por ciento de la tala clandestina, se encuentran dentro del corredor, como en los Parques Nacionales Lagunas de Zempoala, Desierto de los Leones, Insurgente Miguel Hidalgo (La Marquesa) y Cumbres del Ajusco.”
Añade el documento publicado en el portal www.academia.edu.com que el corredor Chichinautzin desaparece a un ritmo de 2 mil 400 hectáreas por año por múltiples factores, y detalla que de acuerdo con la Profepa, cada año se producen y comercializan entre 5 y 7 millones de metros cúbicos de madera ilegal que se suman a los 8 millones de metros cúbicos de madera producida legalmente.