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Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
CIUDAD DE MÉXICO., 25 de julio de 2014.- El sistema penitenciario de México tiene presas a un total de ocho mil 334 personas indígenas, en su mayoría no han sido asistidos por un defensor e interprete o traductor acompañante e incluso en muchas ocasiones desconocen el motivo por el que están internos.
De esa población, 327 son mujeres y ocho mil siete varones; siete mil 632 pertenecen al fuero común y 702 al fuero federal.
Los hechos violatorios que más sufren los indígenas son la detención arbitraria, la incomunicación, los tratos crueles, carencia de intérpretes y de defensores públicos especializados que les den asesoría jurídica inmediata; así como de deficiente atención médica.
De acuerdo con un informe semestral de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se violentan principalmente sus derechos humanos a la seguridad jurídica, a la igualdad, a la libertad, a la integridad y seguridad personal, al trato digno y a la protección a la salud, entre otros.
Además, los jueces, agentes del Ministerio Público y defensores, no conocen los usos, costumbres, tradiciones, cultura e idioma de la población indígena del país, cuando el artículo 2, apartado A, como el 20 constitucionales, establecen el reconocimiento de la identidad étnica, y en consecuencia, el derecho a la auto adscripción; así como el hecho de que el Estado debe proporcionar traductores que expliquen a los detenidos en su propia lengua, su situación, asistirlos en su derecho al debido proceso.
El organismo, consideró que las autoridades correspondientes deben comprometerse a capacitar a su personal a fin de especializarlo en el tratamiento de los problemas que afectan a los indígenas en reclusión y garantizarles acceso a un sistema eficaz de procuración e impartición de justicia.
Informó que durante el primer semestre de 2014, la CNDH presentó a las autoridades penitenciarias y en vía de colaboración ante los Jueces de Ejecución del país, un total de 265 casos de sentenciados indígenas, logrando la libertad anticipada de 53 personas indígenas.
De ellas, 12 tenían sentencia del fuero federal y 41 del común; 51 hombres y dos mujeres, de los cuales el mayor número pertenecen a los pueblos o comunidades indígenas tzotzil, náhuatl y tzeltal.
Precisó que fue através del Programa de Protección de los Derechos Humanos de Indígenas en Reclusión, la CNDH realizó 44 visitas a centros penitenciarios que registraron población indígena, ubicados en 17 entidades federativas, con la finalidad de entrevistarla, analizar sus expedientes procesales y médicos, y brindarles orientación jurídica.
La CNDH aseguró que continuará realizando las visitas sistemáticas a esta población a fin de verificar la condición de cada uno de estos indígenas, sin presuponer que todos puedan ser inocentes pero cuidando que se les hayan otorgado las garantías procesales correspondientes.
Con información de FÓRMULA.