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CIUDAD DE MÉXICO., 16 de julio de 2014.- Un colmillo de mamut con una antigüedad de unos 10 mil años era usado como ofrenda en la época prehispánica para consagrar el inicio de construcciones. Esta pieza ha sido descubierta por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, que hallaron el resto del animal extinto como parte de las labores de salvamento arqueológico que están realizando en el Valle de Toluca.
El colmillo estaba colocado en un estrato del tepetate, cubierto con fragmentos de cerámica y restos de cenizas, carbón y algunas semillas carbonizadas, por lo que se deduce que se trató de una ofrenda que antiguos habitantes de influencia olmeca depositaron durante el periodo Preclásico Medio (1000 – 400 a.C.).
Según la arqueóloga María del Carmen Carbajal Correa, responsable del rescate de esta pieza, sobre la ofrenda los pobladores levantaron edificaciones, viviendas y muros, por lo que deducen que se trataba de una ofrenda realizada antres de iniciar las construcciones. Carbajar asegura que en el Valle de Toluca se han hallado restos de mamut «incluso en el municipio de Metepec, pero no se habían descubierto en una ofrenda como ésta, es la primera en su tipo en la región».
Para la arqueóloga Paz Granados Reyes, que también participó en las tareas de excavación, la ofrenda descubierta en el cerro es de suma importancia por tratarse de «un tributo muy temprano para ser de índole constructiva, ya que se está hablando del periodo Preclásico Medio».
En opinión de las investigadoras del INAH-Estado de México, lo relevante del hallazgo es que los antiguos habitantes extrajeron la «defensa» (colmillo del mamut) de la parte baja del valle para depositarla como ofrenda, pues se sabe que el hábitat de los mamuts no correspondía a las partes altas.
«Con casi tres metros de largo, la pieza ósea fue llevada al cerro desde la zona lacustre. La apropiación de este elemento debió de haber sido pensada por ritualidad, puesto que le otorgaron un valor simbólico de la naturaleza y lo utilizaron en la ofrenda», explica la arqueóloga María del Carmen Carbajal.
Otro hallazgo registrado en el Cerro de los Magueyes, en la parte Este, corresponde a vestigios de muros que también datan del periodo Preclásico Medio. «Es significativo porque estos elementos corresponderían a la primera arquitectura del Preclásico encontrada en todo el Valle de Toluca. Se tenía conocimiento de fragmentos de cerámica y lítica, hallados en superficie, pero este dato nos indica que, a partir de 1000 a 400 antes de Cristo, en Metepec ya se realizaban construcciones a base de piedra», aseguró la investigadora Paz Granados.
Los muros hallados muestran cómo durante su construcción los fueron adaptando al terraceo natural del cerro. Los habitantes de esta región dieron forma a las terrazas para utilizarlas y realizar actividades funerarias, rituales o domésticas.
Carmen Flores, arqueóloga responsable de la excavación de campo, detalló que la exploración inició en una fosa donde se encontró una capa de piedra cuyo espesor mide de 70 a 80 centímetros, después se halló un estrato de tepetate nivelado con ofrendas que incluían restos óseos humanos.
«Encontramos dos entierros secundarios, donde localizamos fragmentos de tibia, fémur y cráneo. Asimismo, la excavación se amplió unos metros y se encontró el fragmento de otro cráneo», explica la investigadora.
Según Carmen Carbajal, a partir de estas evidencias arqueológicas se deduce que «el hombre se introducía en algunas de estas fosas para acomodar a los objetos que formarían parte del ritual, debido a que estas oquedades tienen diversas dimensiones y algunas están comunicadas entre sí».
Con información de ABC.ES