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Presenta Luz Dary Quevedo Copa Naranja de fútbol femenil
BRASIL, 13 de julio de 2014.- El Mundial de Brasil 2014 llega a su fin. Después de 63 partidos y 31 días de competencia, este domingo concluye la edición número 20 de la Copa del Mundo con el duelo que definirá al campeón entre Alemania y Argentina. Las dos selecciones que se impusieron sobre las otra 30 para llegar a este momento, en el que la gloria se encuentra a un juego de distancia.
Alemanes y argentinos llegaron hasta el día 32 superando la fase de grupos y los juegos de eliminación directa. Hoy, en el Maracaná, los europeos tendrán la posibilidad de levantar su cuarto título mundial, luego de 24 años de no hacerlo, mientras que los sudamericanos buscan la tercera estrella de su historia.
Eso sí, en esta final convergen dos viejos conocidos, dos selecciones que protagonizarán la tercera final entre ambos, y hasta ahora se han ido en partes iguales, un Mundial para cada uno.
En México 1986, le tocó a la Albiceleste quedarse con la gloria al ganar por 3-2 en un pletórico Estadio Azteca; sin embargo, la revancha le llegó rápidamente a la Mannschaft que cuatro años después se impuso a Argentina por 1-0 en el final de Italia 1990.
Después de esas finales consecutivas cada uno siguió diferentes caminos, con la única similitud de que ninguno pudo volver a ser campeón. Por ejemplo, Alemania tardó 12 años en llegar a una final, lo hizo en Corea-Japón 2002, pero cayó ante Brasil por 2-0. Después solo se mantuvo en la antesala con dos semifinales consecutivas. En cambio, para Argentina la situación fue más complicada, pues a lo mucho que pudo llegar después de 1990 fue a los cuartos de final, y hasta esta Copa del Mundo pudo derribar su propia barrera y regresar al papel estelar.
SIEMPRE PROTAGONISTAS
Alemania ha sido campeón en tres ocasiones: 1954, 1974 y 1990. Además, ha perdido otras cuatro finales en su historia: 1966, 1982, 1986 y 2002. Lo que muestra el papel estelar que siempre ha ostentado esta selección europea.
De la mano de Joachim Loew, el equipo teutón ha mostrado una mayor posesión del balón y un estilo más técnico, aunado a la verticalidad y contundencia que siempre ha distinguido a los alemanes. Poco a poco formó un grupo sólido que se había quedado a la orilla, tanto en el pasado Mundial como en las Eurocopas recientes, pero tal parece que ha llegado su momento.
En esta Copa del Mundo, Alemania superó el Grupo G, al golear a Portugal, empatar con problemas a Ghana y vencer con lo mínimo a Estados Unidos. En octavos de final vino una dura prueba ante Argelia que definieron en los tiempos extra, después se impusieron a Francia y finalmente mostraron su nivel más alto y pletórico al propinarle una goleada histórica al anfitrión Brasil 7-1.
Este último resultado pone como favoritos esta tarde a los germanos ante los argentinos en el Maracaná. Hoy, los teutones se pueden convertir en el primer europeo en salir con la Copa del Mundo de tierras americanas.
EL MOMENTO DE MESSI
Mucho se ha dicho que para que Lionel Messi se convierta en uno de los mejores jugadores de la historia, a la altura de Pelé y Maradona, necesita ganar una Copa del Mundo. Pues bien, Leo hoy tiene esa gran posibilidad en sus manos y cerrar al mismo tiempo con broche de oro un torneo en el que su talento se esparció a cuentagotas, en una Argentina que sufrió mucho, pero que puede ser decisivo para darle su tercera estrella a Argentina.
En estos últimos días, las comparaciones entre Messi y Maradona han sido muy constantes, toda vez que el Pelusa fue el motor principal para que la albiceleste ganara el título de 1986 y llegara a la final de 1990. Hoy, Messi, sin un papel tan determinante, también ha contribuido a que su selección haya superado la barrera de los cuartos de final y ya se encuentre en el último juego de este torneo.
En su historia, Argentina tiene dos títulos mundiales: 1978 y 1986. Además caído en otras dos oportunidades: 1930 y 1990. La de hoy es su quinta final, la que puede traerle de regreso la grandeza de los días de Maradona, pero ahora con la consagración de Messi como un verdadero líder.