![](https://morelos.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/57c2a4d6-ca29-4c05-a959-3595940b2679-107x70.jpeg)
Presenta Luz Dary Quevedo Copa Naranja de fútbol femenil
BELO HORIZONTE, Brasil, 8 de julio de 2014.- Alemania dio el primer golpe cuando Thomas Müeller marcó a los once minutos el primer tanto del encuentro al rematar con pierna derecha en el centro del área un tiro de esquina.
Miroslav Klose alcanzó el récord como máximo goleador en la historia de los mundiales al sumar el segundo tanto para los alemanes al minuto 23.
La escuadra alemana ya con los motores encendidos no desaprovecharon el estado atónito en el que encontraban los brasileños y sólo un minuto después Toni Kross acrecentó la ventaja numérica y al 26 marcó el 4-0.
Mientras la afición brasileña porta caretas de Neymar, David Luiz y Julio César sostuvieron al inició del encuentro la camiseta con el número 10 en solidaridad con el joven delantero que abandonó el Mundial por lesión y es sustituido por Bernand. El zaguero Dante saltó a la cancha en lugar de Thiago Silva, suspendido por acumulación de tarjetas.
Brasil y Alemania, dos potencias del futbol, definen este martes en Belo Horizonte quién llega por octava vez a la final de un Mundial.
La escuadra brasileña esperó 64 años para una nueva oportunidad de disputar una final en su Maracaná, un sueño que aunque cerca, está a la vez muy lejos: sin su astro Neymar, la semifinal con Alemania, este martes en Belo Horizonte, se hace cuesta arriba.
Brasil y Alemania buscan su octava final, aunque los sudamericanos ya levantaron la copa en cinco ocasiones: Suecia 1958, Chile 1962, México 1970, Estados Unidos 1994 y Corea-Japón 2002. En tanto, los alemanes suman tres títulos: Suiza 1954, Alemania 1974 e Italia 1990.
Luiz Felipe Scolari ha colgado el traje del clásico jogo bonito del futbol brasileño y vistió a la verdeamerela con las bases de la escuela alemana basada en la solidez defensiva como sustento de su equipo. Y habrá que ver, pero sin Neymar, la idea parece estar blindada más que nunca a las críticas.
Esa es la forma que Felipao considera adecuada para que Brasil juegue su octava final y logre la sexta corona, la primera como anfitrión, tras la humillación por el Maracanzo uruguayo de 1950, pero si sale mal deberá rendir cuentas por ir a contramano de la historia que escribieron Pelé, Romario, Ronaldo, Garrincha y decenas de etcéteras.
Por ahora, el artífice del pentacampeonato mundial tiene el crédito abierto, aunque le caerá un alud de críticas si fracasa en el único objetivo posible para Brasil: levantar la Copa el 13 de julio en el Maracaná.
Pero Brasil tiene el doble desafío de enfrentar a una potencia como Alemania y reaccionar ante la ausencia del lesionado Neymar, una baja que puede impactar en el ánimo colectivo.
Además de Neymar, Scolari no contará con su capitán Thiago Silva, que cumplirá suspensión por tarjetas, y debe pasar el brazalete a David Luiz. En su lugar entrará Dante.
“La motivación adicional que tenemos es aumentar el pasaje, a cada juego, de una etapa. Naturalmente que Neymar al dejarnos, dejó mucho de él con nosotros y llevó mucho de nosotros con él”, indicó el lunes el entrenador.
La gran esperanza alemana es recuperar a su goleador Thomas Müller, que empezó con fuerza el Mundial con tres goles en el debut contra Portugal (4-0), cerró la primera fase con un nuevo tanto contra Estados Unidos (1-0), pero se le mojó la pólvora en los dos últimos duelos, en octavos contra Argelia (2-1) y en cuartos frente a Francia (1-0).
En la víspera del juego, Löw apeló a la típica frase de quitar a su equipo el cartel de favorito para sacarle presión a sus dirigidos.
Pese a que no estará Neymar “no somos favoritos”, porque “los demás jugadores de Brasil darán lo mejor de sí por Neymar y por su país y serán apoyados por los más de 200 millones de brasileños”, se atajó Löw.
Los alemanes, tres veces campeones del mundo – Suiza 1954, Alemania 1974 e Italia 1990)- buscan llegar a la final por octava vez en su historia y primera desde Corea del Sur y Japón-2002, donde perdieron precisamente 2-0 contra Brasil, que liderado por Luiz Felipe Scolari logró en dicha ocasión su pentacampeonato mundial.
FUENTE: La Jornada