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Cuauhtémoc marca la ruta
En México se ve a la política como un modo de enriquecerse, como la plataforma
para ser inmensamente poderoso y multimillonario como el espacio en donde
nadie puede tocarte, donde reina la impunidad y el compadrazgo.
En México se castigan los delitos de los más necesitados con cárcel, mientras
los políticos corruptos e insaciables son perdonados y después postulados por
sus cómplices “en posiciones seguras”, claro para ocupar los espacios en donde
deben tomar las decisiones que le den rumbo a nuestro país y en donde por su
puesto lo harán pero en favor de los que los llevaron al poder, a favor de sus
desvergonzadas cuentas en el extranjero y por supuesto, a favor de “su padrino
político” entre muchas, muchas más.
Se mira a México como un país sin rumbo, sin estrategia para nada, con gobiernos
indiferentes y demagogos que solo entienden que para que les vaya bien a ellos
le tiene que ir mal a México. Nuestro México de más de cincuenta millones de
pobres, más de cincuenta millones que no ven el amanecer con esperanza y que
muchos saben de discursos pero poco muy poco de resultados, un México donde
es pobre el abuelo, después el hijo y luego los nietos, un círculo vicioso terrible
y despiadado donde además de pobreza hay injusticia, y en donde se suma el
nulo acceso a la salud y educación, un México que a pesar de ser rico se muestra
pobre y abusado ante los ojos del mundo, no existe un lugar en el país en donde
no podamos advertir los estragos de la pobreza y falta de oportunidades, y por
otro lado el dispendio de una clase política insensible y arrogante que sólo tiene
tiempo para los negocios y la complicidad.
La displicencia se nota en todo lugar, el político de corbata es el que manda, el
ciudadano de a pie el que soporta y asimila que no hay nada más efectivo que
el soltar vituperios en contra de los políticos de siempre sin darse cuenta que
el poder ciudadano es la herramienta más poderosa para cambiar de rumbo y
darle un nuevo sentido y visión a su inconformidad, a su molestia, a su pobreza,
el poder ciudadano esta próximo, las cosas deben cambiar porque mandan los
ciudadanos, porque ya es tiempo de que a nuestro México le vaya bien, porque
ya es momento de verdaderamente mover a México, porque ya le toca a los
*El autor es coordinador estatal del Partido Movimiento Ciudadano